El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, urgió este miércoles al Gobierno turco a elegir entre la OTAN o la “insensata” decisión de seguir adelante con la compra a Rusia del sistema antimisiles S-400, uno de los orgullos de la industria armamentista rusa.
“Turquía debe elegir, ¿quiere seguir siendo una parte fundamental de la alianza militar más exitosa de la historia del mundo o quiere arriesgar la seguridad de esa colaboración tomando decisiones que podrían socavar la alianza?”, manifestó Pence en un discurso en el marco de la reunión de la OTAN de esta semana en Washington.
Las duras palabras del vicepresidente de EE.UU. respondían al ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, que poco antes había asegurado que no daría marcha atrás en la compra de ese armamento ruso y que su Gobierno no tenía por qué elegir entre Rusia y sus otros aliados.
“Hemos dejado claro que no vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras que nuestros aliados de la OTAN compran armas de nuestros enemigos, unas armas que amenazan la misma cohesión de la alianza”, subrayó Pence.
Al respecto, consideró “una gran amenaza” la compra de los S-400, un trato entre Ankara y Rusia valorado en 2.500 millones de dólares.
“La compra turca de 2.500 millones de dólares para el sistema antimisiles S-400 de Rusia supone una gran amenaza para la OTAN y para la fuerza de esta Alianza. El hecho de que Turquía vaya a seguir con sus planes, incluso después de que EE.UU. le haya ofrecido el sistema de defensa aérea Patriot es muy preocupante”, aseveró.
El Gobierno de EE.UU. aprobó en diciembre la venta a Turquía de su sistema de misiles Patriot, un trato valorado en 3.500 millones de dólares pero que aún debe recibir el aval del Congreso.
El Ejecutivo turco ha dicho que tiene intención de usar los dos sistemas, el S-400 ruso y el Patriot estadounidense; lo que ha generado un gran enfado en Washington.
Esta semana, el Pentágono suspendió la entrega de cazas F-35 a las Fuerzas Armadas turcas y ha amenazado con expulsar definitivamente a Turquía de ese programa de venta de armamento si no anula la compra del sistema antimisiles ruso, un trato que Ankara y Moscú formalizaron en septiembre de 2018.
A EE.UU. le preocupa que Turquía use esos cazas F-35 cerca del sistema antimisiles S-400 puesto que podría dar lugar a una transferencia de información, lo que podría poner en peligro los secretos de la OTAN, detalló a la prensa el martes la embajadora de EE.UU. ante la Alianza, Kay Bailey Hutchison.
EFE