La Conferencia Episcopal reiteró su llamado a la FANB a sentirse parte del pueblo “al que deben defender y servir”. Exhortó a la familia castrense a ponerse del lado de la Constitución, y de las mayorías populares, que exigen el cambio y rechazan la crisis nacional, el caos imperante y al régimen.
En medio del cataclismo actual no puede demorarse más la continuación de la tragedia. “No hay tiempo que perder: es hora para el cambio exigido por la inmensa mayoría, para el encuentro, para la apertura de mentes y corazones. Invitamos a salir de su oscuridad a quienes están atentando contra los hermanos con delitos de lesa humanidad. Es necesario tender puentes y derribar muros de división, en la edificación de una patria que sea casa para todos”. Los obispos manifestaron su preocupación por los efectos generados por los recurrentes apagones, los cuales, agudizan aún más la crisis de suministro y conservación de los alimentos y medicinas. Añaden que el pueblo sufre por el agravamiento del problema de la falta de agua potable que amenaza con degenerar en una catástrofe sanitaria. Censuran la respuesta que han recibido los ciudadanos que protestan ante la crisis: “Resulta grave, ilegal e irresponsable el llamado a los colectivos a reprimir a la gente cuando reclama legítimamente sus derechos fundamentales”. El irrespeto de los derechos humanos y la comisión de delitos contra los derechos humanos han ocurrido “bajo la mirada complaciente de las autoridades”.
Señalan que muestra de estos atropellos son: el genocidio de los indios pemones y otros indígenas a quienes también se les ha irrespetado su cultura; la deportación forzada de colombianos y venezolanos; la detención irregular de personas y la tortura que se realiza en contra de los detenidos por motivos políticos; además de “la imposición intencional de condiciones de vida como la privación del acceso a alimentos o medicinas”.
Por otra parte, explicaron que “el pueblo está cansado de tantos engaños”. El domingo en muchas Iglesias se leyó el comunicado. A lo largo de los últimos años la Iglesia ha venido denunciando las graves situaciones de injusticia. El reclamo por democracia, respeto a los derechos humanos y alternancia nos compromete. Esperamos que la comisionada de la ONU Michelle Bachelet llegue lo antes posible y constate las graves violaciones y comience la intervención humanitaria.
@OscarArnal