Elliott Abrahams, sorprendió este jueves; apareció en medio de un evento donde estaban disidentes del chavismo como Maria Gabriella Ramirez.
Abrahams, dijo cosas que nadie esperaba, y que sin duda debieron dejar desconcertado a Nicolás Maduro.
La exposición del Enviado Especial de EEUU para el caso Venezuela, podía sorprender a sus espectadores sin duda, pero en el sector militar enviaba un mensaje muy pragmático: “Únanse al debate nacional. El régimen de Maduro destruye el legado de Chávez”
Por primera vez un alto funcionario de EEUU tenía mano zurda con el principal icono del chavismo militar.
Washington, tiene el servicio secreto más eficiente del mundo. Saben perfectamente que la FANB tiene un respeto por Hugo Chavez, no obstante consideran que Maduro destruyó sus llamadas conquistas.
Elliott Abrams soltó una Bomba sobre Maduro, cuando abrió una válvula al chavismo y al sector militar, y dejó claro que podían negociar con ellos una transición democrática y un gobierno con todas las voces, pero sin Maduro: “Venezuela necesita una transición pacifica y negociada. En esa Venezuela futura las Fuerzas Armadas serán fundamentales y no deben estar unidas a la política”.
Sin duda el mensaje desconcertó a la clase política tradicional, aglutinada en el Frente Amplio. En el evento estaba Carlos Vechio, un tipo que no tiene problemas, al igual que su jefe Leopoldo Lopez, en reconocer que una transición es con todos.
Y cuando se dice todos: Chavistas y opositores.
Este sin duda fue un viraje en el empeño de algunos sectores de la diplomacia americana que repiten los errores cometidos en Cuba. Ahora, Washington ha proporcionado a Maduro un golpe que no esperaba.
Una cosa es no tirarle salvavidas a los tiranos, y otra es mayor los tiburones que pueden devorarlos mientras están en el agua. Los militares y los disidentes del chavismo son ese tiburón.
Estos cambios han sido bien recibidos. El mismo día la propia Fiscal General Luisa Ortega saludó a Elliott Abrahams y su mensaje de apertura: “ Coincido plenamente con las declaraciones de Elliott Abrams. El retorno a la democracia en Venezuela pasa por un nuevo gobierno de amplitud, en el que todos los venezolanos se vean representados”
A pesar de que todavía hay quienes se oponen a esta tesis, es más factible una “transición con todos”, que una presidida en solitario por un líder de la oposición tradicional sin conexión militar.
Muchas personas en ambos lados de este giro se han preguntado: “¿Por qué ahora?” “¿Por qué ahora?”.
La respuesta es simple: Lo que Estados Unidos estaba haciendo no estaba funcionando. Eso no lo va a decir Abrahams. No tiene porque decirlo. Pero algo ha fallado.
Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI. Apoyar sólo a la oposición tradicional agrupada en el Frente Amplio, cuando la misma señala a toda la Fuerza Armada de ser natcotraficantes no provocaría el quiebre militar.
Recuerdo que hace algún tiempo un tipo realmente buena persona, pero con alguna falta de información me conminó a unirme al Frente Amplio. Esa persona era Rafael Foley, jefe de Asuntos Políticos de la Embajada de EEUU.
Yo le sonreí, porque me caía bien. Pero su sugerencia tan tajante me daba la impresión que para él, solo eso era la oposición. Y eso no era verdad.
De hecho una de la estupideces más grandes, es condicionar la separación de los militares de la dictadura de Maduro, para que reconozcan a Guaido. Y nosotros estamos interesados que desconozcan la dictadura, no que reconozcan a Guaidó. Porque el tema es salir de Maduro. No reconocer a Guaidó.
Ese es otro tema.
El Presidente Trump -gran amigo del pueblo de Venezuela, a quien tanto debemos- ha encomendado una labor histórica a Abrahams que lo que ha dicho hoy – palabras más, plantas menos- que convocan a todos, y valoran a todos.
Todos , chavismo y oposición, que tengan el amor a la libertad y el rechazo a toda forma de opresión, la primacía del derecho sobre la arbitrariedad, la primacía de la fe sobre cualquier forma de idolatría, la tolerancia a las opiniones divergentes y la tendencia a no extremar los conflictos, sino procurar resolverlos mediante soluciones consensuales. El fin, a todos, los que quieran democracia y no la tiranía de Maduro.
Parafraseando a un gran estadounidense, digo que: Un pequeño paso con el chavismo disidente, un gran paso para la transición con todos!
Es hermosa y múltiple la tarea que tenemos por delante: restablecer un clima de respeto y de confianza en la convivencia entre los venezolanos, cualesquiera que sean sus creencias, ideas, actividades o condición social, sean civiles o militares, chavistas o no : ¡Venezuela es una sola! ¡Las culpas de personas no pueden comprometer a todos! ¡Tenernos que ser capaces de reconstruir la unidad de la familia venezolana!
Abrir cauces de participación democrática para que todos colaboren en la consecución del restablecimiento de la democracia; acortar las diferencias que nos dividen y, muy especialmente, dejar solo a Maduro, sin el discurso de lucha de clases que lo mantiene en el poder.
Abrahams ha abierto una puerta. Y no hay manera que la transición con todos – pero sin Maduro- fracase.