Tradicionalmente, los directivos del Banco Central de Venezuela trataban de mantener la institución con un bajo perfil. Pero en las últimas semanas, el BCV ha estado en la palestra pública por razones equivocadas. Así lo reseña konzapata.com
Por José Manuel Rotondaro
Una de ellas, la aún no aclarada decisión de impedir el ingreso de los empleados a las instalaciones en Caracas. Inicialmente percibida como una reacción lógica, compartida por otros despachos oficiales, a la falta de electricidad y agua.
Pero a pesar de que el suministro energético se ha restablecido en el centro de la ciudad, si bien con severas restricciones, la prohibición de entrar a las oficinas se ha mantenido, lo cual da pie a varias especulaciones sobre las verdaderas razones.
Algunas son poco plausibles, como es la de evitar que se filtren movimientos extraños en las bóvedas del BCV, en especial la que almacena el oro. Esta teoría luce improbable cuando cualquier movimiento de los camiones necesarios para transportar el metal sería fácilmente observado desde los edificios de apartamentos que circundan al BCV.
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