El exdiplomático venezolano Diego Arria, considera que el alzamiento de este martes, pese a no haber tenido éxito, “marca el fin del régimen de Nicolás Maduro”.
“Ahora es cuestión de saber cuánto va a durar, pero definitivamente no va a durar mucho”, aseguró este jueves en una conferencia de prensa en la sede de la ONU.
Arria subrayó que el levantamiento cívico militar encabezado por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, es “el principio de un largo día”, un día que no se puede contar únicamente “en 24 horas”, a pesar de que los planes “no salieron como debían”.
A su juicio, lo sucedido el martes muestra que hay “una fragmentación en las fuerzas armadas”, que el régimen “no está tan unido ni tiene tanto control como creía” y que la comunidad internacional está “finalmente apoyando” a la oposición.
“Creo que esto no se puede detener y creo que no debería llevar demasiado tiempo”, insistió el que fuera gobernador de Caracas y ministro de Información y Turismo en la década de los 70.
Arria, que vive en el exilio en Estados Unidos y que ha sido muy expresivo en su oposición al chavismo, defendió que Venezuela se ha convertido en un “narcoestado” y dijo que la presidencia de Maduro sería algo equivalente a que Pablo Escobar hubiese presidido Colombia o Joaquín “El Chapo” Guzmán México.
Además, denunció que el país se encuentra ahora mismo “intervenido” por Cuba, Rusia y otros, y defendió todas las acciones promovidas por el Gobierno estadounidense de Donald Trump.
Para Arria, ninguna otra Administración estadounidense ha ayudado tanto a los venezolanos y las amenazas de usar la fuerza hechas por Washington son algo necesario.
A su juicio, la experiencia demuestra que con Maduro no se puede conseguir una salida negociada, por lo que es necesario utilizar la fuerza, aunque no sea necesariamente militar, para presionar.
El exdiplomático se mostró además crítico con la ONU y su secretario general, António Guterres, por considerar que debería tomar un papel más activo frente al régimen de Maduro.
También dijo que la oposición va a seguir trabajando para que los enviados de Maduro pierdan su acreditación ante Naciones Unidas y que el país pueda estar representado por elegidos por Guaidó, a quien medio centenar de países reconocen como presidente encargado.
Con información de EFE