El escritor y analista político Moisés Naim ofreció su opinión sobre la situación política de Venezuela a el diario colombiano El Tiempo.
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A continuación, un fragmento de la entrevista:
¿Cuál es su balance de los hechos del 30 de abril en su país que hoy nos tienen en vilo? ¿Qué cambió en Venezuela desde entonces?
Hay varias fechas que son importantes. ¿Por dónde empezar? Quizá la manera más concreta de decírselo es que en todo ello existe un factor que la desesperación nos había hecho olvidar: una dictadura no se vuelve democracia instantáneamente y sin complejidades, sin dolores, sin confusiones, sin idas y venidas, sin blancos y negros, sin tristezas y alegrías, sin fracasos y éxitos. Nunca es un proceso lineal, dura mucho tiempo, pero hay que entregarse.
¿Cuando usted se despertó esa madrugada y vio las imágenes de Guaidó y a Leopoldo López libre al frente de la base de La Carlota, pensó que eso ya no tenía reversa?
No. He cubierto al detalle los acontecimientos en Venezuela desde hace mucho tiempo y estoy acostumbrado a que nada de lo que parece es; aquí hay todo tipo de sorpresas, y se debe ser sumamente cauteloso en pronosticar lo que va a pasar dentro de diez horas o dos días, con base en lo que está pasando en este momento. O sea, a lo que nos ha acostumbrado la situación es a la volatilidad, a la incertidumbre, a las sorpresas, a que lo que uno pensaba permanente es transitorio, y a que lo transitorio se hace permanente. Entonces soy siempre muy cauteloso con creer cosas definitivas.
¿A estas alturas de los hechos, piensa que existía un plan más o menos factible basado en una negociación con el círculo íntimo de Maduro?
A ver. No es que yo lo crea, no es una opinión subjetiva, o estimada; lo dijo el señor Bolton y lo confirmó el general Padrino López. Estamos hablando ni más ni menos que del asesor de seguridad de Trump, y ni más ni menos que del ministro de Defensa del régimen de Maduro. Ambos reconocen que había habido negociaciones.
Bolton se queja de que hicieron un acuerdo que incluía compromisos con el ministro de Defensa, con el jefe de la Guardia Presidencial y con el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, pero que estos tipos después le fallaron y no siguieron adelante.
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