La cantante Madonna se encuentra desde anoche en Israel para actuar el sábado en la final de Eurovisión, pero aún está pendiente de firmar el contrato para su actuación, que financia el multimillonario canadiense-israelí Sylvan Adams.
La diva del pop aterrizó con discreción en el avión privado de Adams, acompañada de un séquito de más de cien personas, incluidas coristas, bailarines y decenas de profesionales.
En los próximos días ensayará para su espectáculo en la gran final, declaró a Efe un portavoz de Adams, que añadió que el acuerdo económico entre la artista y el filántropo está completamente cerrado, aunque aún está pendiente cerrar el contrato con la organización del festival.
“La Unión Europea de Radiodifusión (UER) puede confirmar que no se han tomado decisiones definitivas ni se han firmado acuerdos con respecto a la actuación de Madonna en Eurovisión 2019”, señaló hoy a Efe un portavoz el organismo que agrupa a las televisiones europeas y está a cargo del festival.
A cuatro días del evento, que verán por televisión en todo el mundo cerca de doscientos millones de personas, aún no se ha firmado el contrato con la cantante necesario para que actúe.
La actuación de Madonna ha sido objeto de llamamientos de la campaña de boicot cultural, que le pidió que no actuase, a lo que ella respondió que “no la callarán”.
“Nunca dejaré de hacer música para adaptarla a la agenda política de alguien, ni dejaré de denunciar las violaciones de derechos humanos en cualquier parte del mundo”, aseguró Madonna en las últimas horas.
Ayer se celebró en Tel Aviv la primera semifinal, el jueves tendrá lugar la segunda y el sábado será la gala de la final, en la que se elegirá al ganador y, por tanto, al país que acogerá uno de los principales certámenes musicales televisivos del mundo el próximo año. EFE