El histórico dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea Bengoechea, alias “Josu Ternera”, fue detenido este jueves en los Alpes franceses, donde residía, y se encuentra bajo custodia en un cuartel de la Gendarmería a la espera de ingresar en prisión para cumplir una condena de ocho años.
Según informaron fuentes judiciales francesas, Urrutikoetxea no será presentado ante un juez de instrucción y entrará directamente en prisión para purgar la pena de ocho años que le fue impuesta el 1 de junio de 2017 por su papel como miembro del aparato político de la banda terrorista ETA.
Al haber sido juzgado entonces en rebeldía, tendrá la oportunidad si lo desea de presentar un alegato para ser procesado de nuevo por los mismos delitos.
Mientras purga su pena en la cárcel en Francia, la Audiencia Nacional española podría revisar si tiene elementos acusatorios en su contra y solicitar una entrega temporal a las autoridades francesas, añadieron las fuentes.
Urrutikoetxea, que llevaba en la clandestinidad desde 2002, fue arrestado en el departamento de Alta Saboya, donde vivía actualmente, en una operación conjunta entre la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI, los servicios de inteligencia de la policía francesa) y la Guardia Civil.
Fue capturado en Sallanches, una localidad de 15.000 habitantes en pleno corazón de los Alpes franceses y muy cerca de Suiza, a unos 50 kilómetros de Ginebra.
Nacido en Vizcaya el 24 de diciembre de 1950, a “Josu Ternera” se le considera uno de los históricos miembros de la cúpula de ETA, y participante en los intentos de negociación desarrollados por la banda terrorista.
Fue uno de los componentes, con David Pla e Iratxe Sorzábal, de la comisión de la organización terrorista que se desplazó en 2011 a Oslo para intentar una interlocución con las autoridades españolas que no se produjo. Los tres fueron finalmente expulsados de Noruega.
Su papel en ese tiempo en el aparato político le valió una condena en rebeldía en Francia a ocho años en junio de 2017. También fue el protagonista del comunicado de mayo del pasado año en el que ETA anunció su disolución.
En su larga vida en la clandestinidad, “Josu Ternera” escapó “por poco varias veces” al cerco de la policía, según dijo la fiscal en el último juicio celebrado contra él en Francia.
En particular, la operación policial que se organizó contra él el 16 de julio de 2015 en una granja de los Pirineos franceses del departamento de Ariège, sobre la base de informaciones recibidas de las fuerzas del orden españolas.
Aunque la víspera los investigadores habían creído identificarlo en esa explotación de la localidad de Durban-sur-Arize junto a su pareja, Agnès Cerlo, y la hija de ambos, el cuerpo de operaciones especiales de la Gendarmería (GIGN) sólo encontró a estos dos últimos.
También iban tras él las fuerzas del orden francesas cuando el 7 de octubre de 2015 dieron en Saint Denis, ciudad al norte de París, con su hijo Egoitz, que también estaba en busca y captura por su pertenencia a ETA y acumulaba tres condenas en rebeldía.
Antes de la condena a ocho años de 2017, “Josu Ternera” había sido condenado dos veces en Francia, una de ellas igualmente en rebeldía, en diciembre de 2010.
La primera fue a diez años de prisión tras su detención en Bayona el 11 de enero de 1989. Tras cumplir esa pena, fue entregado en 1996 a España, donde se le ha vinculado con el atentado del 11 de diciembre de 1987 de la casa cuartel de Zaragoza (norte) en el que murieron once personas -seis menores-.
La Audiencia Nacional española lo mantuvo preso por su relación con el hallazgo de armas y documentación de ETA en la cooperativa Sokoa de Hendaya (Francia), hasta que el Tribunal Supremo ordenó su puesta en libertad en enero de 2000, al entender que por esos hechos ya había sido juzgado y condenado en Francia.
Mientras estaba en prisión fue elegido diputado en el Parlamento vasco por Euskal Herritarrok (EH), e incluso miembro de la comisión de Derechos Humanos de esa Cámara, y concejal en Ugao-Miravalles, su pueblo natal.
El Tribunal Supremo (debido a su condición de parlamentario) lo citó a declarar en noviembre de 2002 por el atentado de ETA contra la casa cuartel de Zaragoza. La Fiscalía argumentó que “necesariamente” tomó la decisión de cometer ese atentado en el que murieron once personas.
“Josu Ternera” no compareció en ninguna de las dos ocasiones en las que lo citó el Tribunal Supremo, de modo que este organismo dictó orden de busca y captura internacional contra él en 2002. Permanecía desde entonces en paradero desconocido e incluido en la lista de más buscados de Interpol.
La dirección de ETA puso a “Josu Ternera” como negociador en las conversaciones de Argel en 1989 y en las de la tregua de 1998 pese a que en ambos casos estaba preso. EFE
La cooperación franco española vuelve a demostrar su eficacia. Mi reconocimiento a la @guardiacivil y al Servicio de Inteligencia francés, la #DGSI, por la detención del dirigente de ETA, Josu Ternera, en Francia. Hoy más que nunca un abrazo a todas las víctimas del terrorismo.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 16, 2019
La detención del sanguinario Josu Ternera es una gran noticia. Felicidades a la @guardiacivil por su ejemplaridad y a Francia por su colaboración. La verdad de ETA, la justicia y la dignidad de las víctimas del terrorismo prevalecerán ante la ignominia. https://t.co/ljMSQEG5ge
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) May 16, 2019