El daño que en el alma nacional hicieron dos décadas de histeria polarizada aflora llenando de odio improductivo todos los rincones. Incluso en la lejana Noruega y es bueno aclarar.
Si nos atendemos a las declaraciones tanto del presidente Maduro como del aspirante autojuramentado y no son los únicos que lo hacen, luce como que las partes que acordaron asistir a Oslo piensan viajar tan lejos, donde tantos poderes se han involucrado para patear la mesa como niños malcriados. En realidad no pueden hacerlo… pero a veces parece que a tal extremo pudieran llegar porque suponen que eso le gusta a la galería.
Nicolás Maduro a cada rato hace públicos, por encima del llamado a la prudencia de la Cancillería noruega, ukases y partes de guerra donde denigra de la oposición que no obstante su gobierno aceptó como contraparte… y va narrando victorias por supuestos nocauts.
¿Será que el Presidente busca que los partidos se regresen furiosos a Caracas y que Trump ordene el retiro los representantes de Guaidò que lo son de Leopoldo López?
No lo creo posible porque a todos los actores les conviene bajar la presión. Sin embargo el autojuramentado cada vez que puede imita al Presidente en funciones en eso de violar todas las reglas de una negociación. El Presidente de la Asamblea Nacional extrañamente y para complacer al segmento más idiota e irresponsable de sus seguidores… al tiempo que se desdice y anuncia haber enviado representantes a Oslo… critica acerbamente la negociación y el diálogo como mecanismos y ayuda a estupidizar la opinión pública cuando repite aquel mantra negativo según el cual “con asesinos no se dialoga” sobre el cual escribo en otro párrafo.
Peor… porque el interino no retira sus enviados pero tampoco deja de aclarar que “no se ha llegado a ningún acuerdo”… como si una negociación como la que involucra a Noruega y otros países fuese una piñata que se reparte al primer palazo.
Aclarando para los obnubilados recuerdo que es evidente que Guaidò envió representantes a Oslo… con anuencia del gobierno de Trump. De otra manera imposible que se hubiera atrevido aunque Leopoldo López y su padre se lo hubiesen ordenado.
Pero no es Trump el único que tiene intereses en Oslo: ¿No han escuchado que Cuba y Canadá conversan sobre nuestro país?
¿No han escuchado los que se autodenominan “radicales” y que solo por eso se creen mejores que el resto de los venezolanos… que el grupo de Lima, la Comunidad Europea y su Grupo de Contacto, o lo que resta de ella, El Vaticano, Rusia y la China… también lo hacen?
Son hechos… no especulaciones… de manera que sobre nuestro país existen para bien o mal y eso dependerá de nosotros, muchos intereses y eso explica que la histeria polarizada, en sus dos variantes, aceptaran algo que no querían… conversar como seres humanos civilizados.
Así que esas boberías sobre presuntas “traiciones” que teclean los ociosos del twitter… carecen de lugar.
Entonces reina la política real y aún cuando no dejaron que los factores liberales estuviéramos presentes en Oslo… igual apoyamos una solución negociada… aún entre gemelos estatistas.
Eso sí… seguiremos proponiendo desde fuera de la mesa que aparte de elecciones… el acuerdo Mud contemple también medidas a favor de la libertad… Por ejemplo: ¡Saquen las alcabalas de las carreteras y dejen importar o exportar a la gente!
¡Solo así se puede pensar que un acuerdo negociado y firmado entre bates quebrados… sea aceptado por nuestra sociedad por beneficioso!