La desesperación por el hambre acumulada y la descomposición familiar por la crisis, hacen de las muchachas presa fácil para los traficantes. Así lo reseña laverdaddevargas.com
Por eso la mayoría está inclinada a creer las falsas promesas de un trabajo decente y bien remunerado en cualquier país de América y se lanza a una aventura que jamás pensaron.
Solo en 2018 quedaron 16 denuncias sin resolver en manos del Ministerio Público y se conoció que las redes de trata pagan hasta 300 dólares por captar y entregar a una víctima.
Andrea Moreno, una joven de 21 años que estaba en el cuarto semestre de Danza, mención intérprete, en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), un día recibió la llamada de un amigo que vivía en Alemania y le ofreció ayudarla a salir de Venezuela, con una escala en República Dominicana.
Andrea se encontró con que tenía que ganarse el pasaje para Alemania y le tocó trabajar bailando en un bar nocturno. Cuando por fin se encontró con su conocido, este le indicó que debía trabajar como prepago si quería sostenerse en Alemania.
Poco después, Andrea apareció muerta. La autopsia señaló que estuvo consumiendo drogas, una conducta muy común debido a que los “jefes” las obligan a consumirlas para que mantengan relaciones sexuales con muchas personas sin cansarse.
El Informe Anual de Tráfico Humano de los Estados Unidos (Trafficking in Persons Report 2018) indicó que el año pasado Venezuela, Bolivia y Belice estaban en la lista negra del reporte porque no hacen nada para combatir el tráfico de personas.
Elena Santana, 21 años planificó irse a Aruba con una compañera que estaba viviendo en esa isla, aunque ella no sabía en qué trabajaba su amiga.
Cuando llegó al Aeropuerto Internacional Reina Beatrix, recibió la llamada de una persona que le ordenó, “Te vas a encontrar con un hombre que te dará un sobre con $1.500 para que entres y luego tienes que venir con él”.
Llegó a una casa “normalita”, pero era un prostíbulo. Elena tuvo “suerte” porque como tenía unos kilos de más, no era llamativa para los clientes, así que la pusieron en la limpieza. Luego ahorró y regresó al país desencantada.
El informe estadounidense apuntó que en los últimos cinco años Aruba ha sido un país de destino y de tránsito para mujeres sometidas al tráfico sexual y trabajo forzado.
Se menciona a Colombia, Cu-razao, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Panamá como países en donde las venezolanas deben tener cuidado.