Alarmados los habitantes del Valle del Mocotíes, denuncian un nuevo crimen ecológico, dirigido por los mismos delincuentes que se ha llevado las riquezas del arco minero en el Estado Bolívar.
Por Luis Velázquez Alvaray
Hace 20 años el pueblo de Bailadores, se alzó contra quienes pretendían apoderarse de estos minerales, acabando con la agricultura, la ganadería, y las nacientes de los ríos. Hoy llegan Borrascas al Valle plateado, donde los tiranos de Miraflores quieren irrumpir, junto con los depredadores cubanos, rusos, e iraníes para llevarse el coltán y la plata, sin importar el riesgo que esto implica para toda la zona Andina.
Artífices de este crimen, aparecen como siempre Tareck El Aissami y Freddy Bernal, quienes dirigen un grupo de supuestos empresarios chavistas, que en realidad son testaferros de los antes mencionados.
El coltán es un mineral clave para la fabricación de componentes electrónicos y es un recurso estratégico, perseguido por las transnacionales del crimen, del cual forma parte la Narcotiranía Venezolana.
Este metal permite elaborar elementos para las comunicaciones, conmutadores y redes de fibra óptica.
Para los iraníes el mineral es un manjar, que lo usan para la fabricación de superaleaciones para los reactores nucleares.
Hesbola está en todo esto, por eso el interés de Alssami y Bernal en las minas de Coltán.
Los habitantes de Guaraque y Rivas Dávila del Estado Mérida, y los de Uribante y Jáuregui del Estado Táchira, están preocupados ante el desastre que significaría que estás manos criminales logren su objetivo.
Los grandes capos del Chavismo están detrás y ya tenemos una muestra en el Estado Bolívar:
El arco minero desmantelado por los malvivientes de la tiranía.