La periodista nicaragüense-costarricense Lucía Pineda relató que el aislamiento y el maltrato marcaron su detención de unos seis meses en Nicaragua, tras ser excarcelada este martes junto a otros “presos políticos” en el marco de una polémica Ley de Amnistía.
“Dos semanas estuve defecando en mi mano porque el inodoro de mi celda no funcionaba. Fue por gestiones de la Cruz Roja que nos trasladaron a otra celda”, afirmó Pineda en una conferencia de prensa.
En un vídeo elaborado en el consulado de Costa Rica en Managua, Pineda agradeció a su otra patria por su apoyo, y de manera directa al presidente costarricense, Carlos Alvarado.
“Gracias, Costa Rica. Gracias al presidente (Alvarado), gracias a la Cancillería, al consulado de Costa Rica aquí en Managua, que se mostraron valientes, firmes, para apoyarme en todos estos seis meses, medio año prácticamente, encarcelada”, expresó.
La periodista contó que los carceleros le quitaron sus lentes y que todo el tiempo estuvo “aislada incomunicada, desinformada”, pero al mismo tiempo “convencida de que Nicaragua estaba con nosotros, que el mundo estaba con nosotros”.
Pineda, acusada formalmente de terrorismo, entre otros delitos, todavía no da crédito a que el Gobierno del presidente Daniel Ortega, quien en algún momento se declaró su admirador, la haya llevado a la cárcel por informar sobre la crisis sociopolítica que vive Nicaragua.
“Ni el doctor (Arnoldo) Alemán”, que gobernó Nicaragua entre 1997 y 2002, “me echó presa, y me echó presa Daniel Ortega. Yo lo lamento, porque nosotros teníamos una disposición de informar bastante en el centro, pero que te vengan a cerrar solo por tener dos programas (independientes)… la posición fue informar lo que pasa, y esa fue la consecuencia”, declaró Pineda.
La periodista fue capturada el 21 de diciembre pasado -y luego acusada de “terrorismo” y de “incitar al odio”- junto con Miguel Mora, el dueño de la televisora en que trabajaba, 100 % Noticias, y estuvo detenida en las cárceles “El Chipote” y “La Esperanza”.
“En el Sistema Penitenciario se tortura a los presos comunes y a los presos políticos (…). El sistema está mal, está corrupto, está hecho para castigar inmisericordemente (…). La cabeza, los mandos intermedios, tienen una lógica de tortura, de agarrar al reo al punto de querer quebrantarlo moralmente”, dijo por su parte Mora, también presente en la conferencia de prensa.
Pineda afirmó por otra parte que valora trasladarse a Costa Rica y que esa será una decisión que tomará junto a su familia.
Desde el día de la detención de la periodista, Costa Rica envió 14 notas a las autoridades nicaragüenses, tanto para que autorizaran una visita consular, para indagar sobre su salud y sobre su condición jurídica, así como para participar en las audiencias judiciales, pero ninguna solicitud fue contestada.
“Costa Rica, como país defensor de los derechos humanos y de las libertades, celebra que la periodista Lucía Pineda y otros presos políticos han sido sacados hoy de la cárcel, donde nunca debían haber estado por hacer uso de su libertad de expresión”, afirmó este martes en un comunicado el canciller de Costa Rica, Manuel Ventura.
El Ministerio de Relaciones Exteriores costarricense indicó en un comunicado que Lucía Ubau, la madre de la periodista, fue quien informó al cónsul de Costa Rica en Managua, Óscar Camacho, sobre la excarcelación.
Pineda fue dejada en libertad como parte de un grupo de 56 opositores, por un mandato de la Ley de Amnistía, aprobada de urgencia el fin de semana en Nicaragua y que los “presos políticos” ven con recelo, pues consideran que no han cometido ningún delito y que los verdaderos beneficiados son los policías y paramilitares señalados de ser los responsables de cientos de muertes en la crisis.
Los periodistas están entre los grupos más expuestos a la presión del Gobierno por el manejo de la información sobre la crisis sociopolítica local.
La Fundación Violeta Barrios de Chamorro ha reportado más de un millar de agresiones contra reporteros desde el inicio de la crisis, en abril de 2018, incluyendo el asesinato del periodista Ángel Gahona.
La crisis de Nicaragua ha dejado al menos 325 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 594, y el Gobierno reconoce 199. EFE