Era venezolano, nativo del Táchira, específicamente del municipio Guásimos, el hombre que la semana pasada fue decapitado en Ureña, cuyos restos fueron abandonados en dos puntos de esa población fronteriza, y que se presumió, de acuerdo a información aportada por la periodista Sebastiana Barráez, era un guerrillero, publica La Nación.
Sin embargo, Freddy Bernal, anunció recientemente que la víctima había sido identificada como Ever Antonio Báez Arenales, de 29 años de edad.
Agregó que Báez Arenales estaba trabajando actualmente como “caletero” en la frontera y residía en Palmira, municipio Guásimos.
“Fue identificado por su hermana Yenny Arenales. Lo que se sabe de él, es que el ciudadano había prestado servicio militar, hace ya varios años, en la Primera Brigada de Infantería de Paracaidistas en el estado Aragua, y que fungía como caletero. No se tiene hasta ahora el móvil de ese lamentable asesinato, pero sabemos que esas son prácticas de los paramilitares colombianos que actúan de esa manera para causar terror a la población, a los comerciantes y a otros ciudadanos”.
Tras el hallazgo de los restos del tachirense, en dos costales, a través de Whatsapp, circularon unas fotografías en las que se le observaba con vida, sometido, con las manos atados a la espalda y a merced de un grupo de hombres, y otra en la que se aprecia el momento en el que posiblemente lo estaban decapitando.