La aprobación del presidente de Perú, Martín Vizcarra, se incrementó en 13 puntos durante el último mes y llegó a 58 %, tras la crisis política que lo enfrentó con el Congreso y abrió la posibilidad de la disolución constitucional de ese poder del Estado.
Un sondeo de la empresa privada Datum, publicado este jueves por el diario Perú21, señaló que la aceptación al gobernante avanzó en gran medida desde el 45 % del mes pasado, mientras que su desaprobación presentó un significativo descenso, al pasar de 45 % en mayo a un 37 % en junio.
Al detallar estas cifras, la encuesta determinó que la popularidad del gobernante se incrementó en el centro del país, donde llegó a 64 %, así como en Lima y el Callao, donde es de 63 %.
La subida también se dio en el norte, donde llegó a un 57 %, y el oriente del país, con un 55 %, y presentó un avance en el sur, la región donde su desaprobación era mayor, al pasar del 33 % del mes anterior al 46 % de junio.
Al respecto, la gerente de Datum, Urpi Torrado, explicó en Perú21 que la tendencia decreciente que experimentó la popularidad de Vizcarra en los últimos meses, cuando llegó a caer hasta 30 puntos, “ha sido revertida” casi en todo el país, salvo en el sur, donde aún se mantienen conflictos sociales activos.
“El aumento de su popularidad habría sido determinado por la nueva confrontación con el Congreso al presentar la cuestión de confianza. La población observa que el mandatario no va a permitir que nada frene los avances de la reforma política que impulsa y eso es valorado”, comentó.
La semana pasada, el Gobierno de Vizcarra le ganó el pulso por segunda vez a la oposición fujimorista en el Congreso, en medio de una pugna entre poderes enfrentados por la reforma política que plantea el Ejecutivo.
Este enfrentamiento pudo llevar a la caída total del gabinete de ministros y a una consecuente disolución del Congreso, pero se extinguió después de que la oposición optara por conceder la confianza exigida por el Gobierno a sus propuestas de reforma.
De esa manera, el Ejecutivo, que cuenta con poco apoyo político en el Congreso, ratificó que los mecanismos constitucionales y el apoyo popular le dan la suficiente fuerza para torcer la férrea y agresiva oposición del fujimorismo y el aprismo, la pequeña bancada que acompaña a aquellos en todas sus decisiones políticas.
Los parlamentarios lograron, por su parte, mantenerse en sus escaños, ya que de haber negado la confianza habrían abierto la puerta para que Vizcarra usara su prerrogativa constitucional de disolver la Cámara y convocar a nuevas elecciones legislativas.
Torrado comentó, al respecto, que mientras un 65 % de los jóvenes quieren “decisiones con firmeza” del presidente, el 72 % “cree que el Congreso aprobó la cuestión de confianza para salvaguardar sus propios intereses”.
Acotó que eso “refleja el desgaste del Legislativo” y que “su actuar siempre tiene una connotación negativa” ante la opinión pública.
Al respecto, la encuesta indicó que el 63 % manifestó estar de acuerdo con la presentación de la cuestión de confianza y el 58 % apoyó que esta haya sido otorgada por el Parlamento.
Sin embargo, el 78 % remarcó que Vizcarra “sí debería cerrar” el Congreso si este no aprueba la reforma política tal y como ha sido presentada por el Ejecutivo, un extremo que exige el Gobierno.
En ese escenario, parlamentarios afines al gobernante, como Jorge Meléndez, aseguraron este jueves que el resultado de la encuesta demuestra que la población apoya la “firmeza y determinación” de Vizcarra en la lucha contra la corrupción.
En contraposición, fujimoristas como Segundo Tapia, quien es segundo vicepresidente del Congreso, señalaron que la subida en la aprobación confirma que el gobernante “trabaja para las encuestas”, una acusación recurrente que le hace la oposición política.
EFE.