Gustavo Coronel: Una Alta Comisión para el enjuiciamiento de los criminales chavistas/maduristas

Gustavo Coronel: Una Alta Comisión para el enjuiciamiento de los criminales chavistas/maduristas

Gustavo Coronel

 

Proponemos la urgente creación de una Alta Comisión para el enjuiciamiento de los criminales de la etapa chavista/madurista, a ser establecida por la Asamblea Nacional, en base a una propuesta ciudadana. Recomendamos que la iniciativa en proponer tal creación esté en manos del liderazgo de oposición que se ha mantenido firme en su postura de enfrentamiento al narco-régimen, líderes como María Corina Machado, Antonio Ledezma, Diego Arria, Leopoldo López, David Smolansky y Enrique Aristeguieta Gramcko. Este liderazgo podría tomar la iniciativa política de proponer la Comisión, la cual podría estar a cargo de venezolanos de la mayor honorabilidad, incluyendo a destacados miembros de la profesión legal tales como Allan Brewer Carías, Román Duque Corredor, Alberto Arteaga, Asdrúbal Aguiar, Carlos Corao Ayala y otros de reconocida solvencia profesional y moral. Esta Alta Comisión tendría la facultad de nombrar un grupo de investigación, encargado de recopilar la documentación requerida por la parte acusadora para fundamentar sus alegatos en contra de los miembros del régimen chavista a ser enjuiciados. Menciono entre estos posibles investigadores a Joaquín Chafardett, Alek Boyd, Carlos Tablante, Casto Ocando, Daniel Duquenal, César Batiz y Maibort Petit, acompañados de investigadores extranjeros, si ello se considera deseable. Este grupo se encargaría de ordenar los prontuarios de – digamos – los cien miembros principales del narco-régimen a ser enjuiciados, así como de los criminales “menores”, unos cuatrocientos más.

Es de hacer notar que mucho del trabajo que sería requerido ya existe y solo sería necesario ordenarlo y darle estructura legal, a fin de que pueda ser utilizado por la Alta Comisión para proceder al enjuiciamiento de los principales indiciados.





¿Qué es la Justicia? Es esencialmente la asignación de A CADA QUIEN LO SUYO, el otorgamiento de premios y castigos a los miembros de una sociedad en base a su actuación. Sin el ejercicio de la justicia no hay sociedad que pueda prosperar y vivir civilizadamente. La justicia puede y debe incluir la reparación de los daños infligidos a las víctimas (Justicia Restaurativa) pero también requiere de la aplicación de penas a los criminales (Justicia Retributiva) y las debidas menciones honoríficas a quienes hayan cumplido con su deber ciudadano en medio de la adversidades y miserias que han caracterizado la etapa chavista (Justicia Honorífica).

La justicia debe ser integral y no incluir solamente castigos sino también reparación y honra. Esta es una tarea esencial para lograr la redención espiritual, social y económica de la Venezuela destruida en los últimos 20 años. Por esto creo que cualquiera desviación del propósito fundamental de hacer justicia en Venezuela debe ser resistida por todos los ciudadanos dignos y honestos. No puede haber amnistías, perdones, puentes de plata, acomodos o transacciones que permitan a los grandes responsables de la tragedia venezolana salir ilesos después de los horrorosos crímenes cometidos. Quienes propugnen estas soluciones, aún aquellos quienes lo hacen de buena fe, deben ser rechazados por quienes no aceptan la entrega de valores y principios.

Los venezolanos debemos estar claros sobre lo que está en juego en nuestra Nación. Da la impresión de que quienes abogan por una solución negociada solo piensan en la recuperación material del país. Esta es una preocupación genuina, un componente indispensable de la recuperación del país, pero no es suficiente. El componente fundamental de la recuperación de la Nación venezolana será el espiritual, el ético. No basta con recuperar el cuerpo de Venezuela si perdemos el alma. Pareciera que diera vergüenza aceptar que la recuperación de la nación también deba ser espiritual. Buena parte del liderazgo político del siglo XXI venezolano parece pensar que lo único importante de restaurar en la Nación es la bonanza económica.

Contentarnos con eso sería ceder a la premura del atajo. Venezuela debe salvar su alma y esa salvación requiere la firme determinación de diferenciarnos de los ladrones, narcos, contrabandistas y lavadores de dinero del chavismo/madurismo. Ceder en esta posición sería rebajarnos al nivel del pantano ético que surgió con Hugo Chávez y su pandilla cleptocrática latinoamericana. Lo que ha aquejado a Venezuela en estos últimos 20 años ha sido una acción criminal regional, mediante la cual una pandilla integrada por Chávez, Castro, Lula, Correa, Morales, Zelaya, Lugo, Mujica, Kirchner, Fernández, Ortega y López Obrador, trató de instalar una oligarquía populista de carácter hemisférico, financiada en gran medida con el dinero petrolero venezolano.

Es necesario limpiar la casa, no será suficiente con barrer la basura debajo de la alfombra.