Grupos armados colombianos seducen a venezolanos desesperados

Grupos armados colombianos seducen a venezolanos desesperados

Un miembro de las Farc portando un arma (Foto: AFP)

 

La crisis de la vecina Venezuela se está desbordando a través de la frontera hacia Colombia, donde grupos guerrilleros izquierdistas, paramilitares de derecha y narcotraficantes reclutan a inmigrantes para fortalecer sus filas, dijeron oficiales militares de alto nivel.

La violencia continúa en Colombia a pesar del acuerdo de paz firmado en 2016 con la desmovilizada guerrilla de las FARC para terminar con más de cinco décadas de conflicto armado.





Combatientes disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del Ejército de Liberación Nacional (ELN), paramilitares de derecha y bandas de narcotraficantes se enfrentan entre sí y con las Fuerzas Militares por el control territorial de varias zonas estratégicas para el narcotráfico y la minería ilegal.

En un plan para sumar reclutas a sus filas, estos grupos armados buscan a los venezolanos mientras cruzan la porosa frontera de 2.219 kilómetros por pasos ilegales conocidos como trochas, según oficiales militares, funcionarios de derechos humanos y los propios inmigrantes.

Cinco comandantes militares dijeron a Reuters que hasta el 30 por ciento de combatientes de los grupos armados ilegales en la región de la frontera oriental de Colombia son venezolanos.

“El reclutamiento de venezolanos se presenta en los dos grupos, en el ELN y en las disidencias de las FARC”, dijo el coronel Arnulfo Traslaviña, comandante de la Fuerza de Tarea Quirón, una unidad que combate a los grupos armados ilegales en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela.

“Las filas de los grupos armados ilegales están aumentando. Es una gran amenaza para Colombia”, aseguró el oficial.

A nivel nacional se estima que el 10 por ciento de los combatientes de las disidencias de las FARC y del ELN son venezolanos, revelaron los comandantes. Sus estimaciones se basan en información de desertores, rebeldes capturados, residentes e informantes.

Reuters no pudo verificar de forma independiente las cifras suministradas por los militares.

El comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, encargado del tema por parte del gobierno, dijo a Reuters que el reclutamiento de venezolanos por parte de grupos armados ilegales colombianos es relativamente fácil por el “estado de indefensión” de los inmigrantes.

El último conteo oficial realizado por inteligencia militar reportó para finales de mayo 2.296 combatientes disidentes de las FARC y 2.402 del ELN en Colombia. De las disidencias hacen parte 239 venezolanos y del ELN 234, según el reporte.

Incluyendo los auxiliadores y las redes de apoyo conocidas como milicias, los dos grupos suman casi 8.400 miembros.

La cantidad de rebeldes es pequeña en comparación con unos 250.000 efectivos de las Fuerzas Militares, pero los comandantes dicen que el terreno accidentado de Colombia, con selvas y montañas, distribuido en un país del tamaño de Francia y España, dificulta ubicar y combatir a los grupos armados ilegales dispersos en pequeñas unidades móviles.

VENEZOLANOS MUERTOS EN HOSTILIDADES

Los grupos armados han aumentado sus actividades en áreas con cultivos de hoja de coca -la materia prima de la cocaína-, y minería ilegal, como los fronterizos departamentos de Norte de Santander, Arauca, Vichada y Vaupés, de acuerdo con las fuentes.

Los militares aseguraron que interrogaron a venezolanos que desertaron de grupos armados y que algunos de los 18 disidentes de las FARC muertos en un bombardeo en el departamento de Arauca en 2018, eran oriundos del vecino país, según pruebas forenses, al igual que dos rebeldes del ELN que murieron cuando ponían una bomba en un puente en el departamento de Santander.

Reuters no pudo hablar directamente con venezolanos reclutados por grupos armados. Pero varios inmigrantes del vecino país dijeron que fueron contactados por grupos armados ilegales para ser incorporados desde que ingresaron a Colombia.

“Ofrecían ropa, comida, dinero, alojamiento y un teléfono celular”, recordó Gregorio, un inmigrante venezolano de 20 años al asegurar que fue abordado por hombres que le propusieron vincularse a un grupo armado no especificado, mientras cruzaba el río Táchira hacia territorio colombiano.

“Tuve la tentación, pero me asusté. Me habían dicho que había gente mala ofreciendo esas cosas y no me quise meter”, relató Gregorio en una calle de la ciudad de Cúcuta y bajo un sofocante calor.

Al menos 1,3 millones de venezolanos llegaron a Colombia en los últimos años, huyendo de la escasez de alimentos y medicinas, mientras la economía de su nación se desmorona en medio de una sangrienta confrontación política.

La mayoría de los venezolanos no vienen a Colombia para alistarse en grupos armados, pero sin nada en sus bolsillos, la posibilidad de comida y refugio es atractiva, dijo Deisson Ramiro Mariño, defensor del pueblo en el departamento de Arauca.

“La guerra va a ser una tentación si actores armados les ofrecen trabajo y la posibilidad de ganar dinero. Lo más seguro es que terminen enrolados en una guerra que no conocen y no les corresponde”, aseguró Mariño, quien por su trabajo tiene contacto con víctimas del conflicto y los grupos armados.

El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, dijo que el Ejército más que duplicó las operaciones contra los grupos armados desde que el presidente Iván Duque asumió el cargo en agosto de 2018, principalmente por el aumento de la producción y el tráfico de drogas ilícitas. Colombia es el mayor productor mundial de cocaína.

“Tenemos un ELN que se ha venido replegando a Venezuela en donde está reclutando para tener mayor fortaleza, atacarnos esporádicamente y retroceder”, declaró Botero en una reciente declaración a periodistas.

NARCOTRAFICANTES TAMBIÉN RECLUTAN

Un disidente de las FARC que pidió no ser identificado, reconoció que el grupo tiene presencia en Venezuela donde recluta ciudadanos de ese país.

El Ministerio de Información de Venezuela, que maneja las preguntas de los medios de comunicación para el gobierno, no respondió a una solicitud de comentarios sobre el reclutamiento de venezolanos por parte de los grupos armados de Colombia.

El Gobierno de Venezuela admite que el ELN y disidentes de las FARC tienen presencia en su territorio, pero niega que los apoye y asegura que las Fuerzas Armadas los persiguen como lo harían con cualquier otro grupo ilegal.

Los representantes del ELN en Cuba no respondieron a las solicitudes de comentarios. Las FARC, que se convirtieron en un partido político después del acuerdo de paz y mantuvieron su famoso acrónimo, expulsaron públicamente a los disidentes armados y han condenado sus acciones.

Los oficiales militares y los defensores de derechos humanos dicen que el ELN y los colectivos, grupos armados irregulares de Venezuela cercanos al Partido Socialista del presidente Nicolás Maduro, controlan la mayoría de los puntos de cruce hacia Colombia y exigen pagos a los inmigrantes y comerciantes.

El comandante de la trigésima brigada del ejército con sede en Cúcuta, coronel Rodolfo Morales, dijo que además del ELN y las disidencias de las FARC, los venezolanos son reclutados por grupos dedicados al narcotráfico para recolectar hoja de coca.

“Los venezolanos son muy vulnerables para que los recluten. Ellos lo ven como una solución. Les dan armas, les dan poder, eso lo hace atractivo y puede traer más gente”, aseguró Morales.

Antonio, otro inmigrante venezolano que se negó a dar su segundo nombre, dijo que después de cruzar la frontera hombres no identificados le ofrecieron dinero para ir a las selvas alrededor de Tibú, un pueblo fronterizo situado a unos 115 kilómetros al norte de Cúcuta, en la peligrosa región de Catatumbo, para recolectar hoja de coca.

“El que entra no sale. Por más necesitado que esté prefiero aguantar hambre que irme para allá”, dijo el hombre de 33 años, del estado venezolano de Carabobo.

Los grupos paramilitares de derecha, que lucharon contra el ELN y las FARC durante décadas, también están reclutando inmigrantes, dijeron los oficiales militares.

Los paramilitares fueron responsables de la mayoría de los 260.000 asesinatos ocurridos durante el medio siglo de conflicto y aunque la mayoría se desmovilizó bajo un acuerdo de paz en 2006, muchos regresaron a la clandestinidad sumándose a las filas de bandas dedicadas al narcotráfico.

Eddinson, de 26 años y del estado de Aragua, dijo que él y otros tres inmigrantes fueron abordados por hombres armados vestidos con uniformes de color caqui que se identificaron como paramilitares y trataron de reclutarlos mientras caminaban por las montañas del departamento de Santander.

“Dijo que el entrenamiento duraba seis meses, que los sueldos eran de acuerdo con los rangos”, relató al asegurar que él sus acompañantes rechazaron la oferta. “Nos dijo que acá se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale”. Reuters