“La migración es lo que significa, solo que en el caso de los venezolanos se ha vuelto algo fortuito; las personas no se van porque quieren, se van por situaciones que ya son insostenibles”, dice una de las reseñas anecdóticas del artista Jonathan Lara, ubicadas en una de las paredes de la exposición artística RefugiArte: El arte como refugio, publica La Voz de América.
En este espacio, 15 artistas venezolanos presentan 30 obras buscando fomentar un sentido de empatía alrededor de la comunidad, promover la integración y solidaridad, a propósito del Día Mundial del Refugiado.?
Carolina Sanz, artista plástico y curadora de la plataforma cultural independiente Caracas Arte Actual contó a la Voz de América que la idea nació con la llegada de varios de los directivos de la plataforma a Colombia, “al ver cómo es el paso de la frontera de diversas personas, en diversas condiciones y al pasar nosotros mismos la frontera, quisimos idear alguna opción que, desde nuestros conocimientos como artistas, pudiéramos aportar a toda la situación que atraviesan ahorita muchos inmigrantes y refugiados en Bogotá”.
Para eso, se les ocurrió crear una exposición benéfica para ayudar a migrantes; en este caso, el 40% del monto recolectado de las ventas de las obras será donado a la Fundación Atención al Migrante, en Bogotá.
De migrantes para migrantes
“Quienes seguimos allí, muchos pensamos todos los días en migrar, pero que por una u otra razón no hemos podido salir. Mi obra no es la primera vez que migra, eso ya es un hecho importante. Esto quiere decir que es ella misma la que ha ido abriendo y buscando sus espacios, la obra es la que lleva a los artistas y no viceversa”, agrega la reseña pegada en la pared.
Con el objetivo de mostrar la diversidad del lenguaje que existe en el arte venezolano contemporáneo, Caracas Arte Actual seleccionó a los artistas y las obras que estarían en RefugiArte. Nueve de ellos están radicados en Bogotá; el resto, se encuentra en Venezuela.
“No estamos en condición de refugiados como tal, pero ahondando en lo que significa la palabra refugiado, terminamos siéndolo porque todos tuvimos que abandonar Venezuela por una causa que no era la migración voluntaria, sino para poder continuar con nuestro trabajo”, señala Carolina.
Es mostrar “que aunque somos migrantes, somos refugiados, podemos mostrar otra nueva cara. Desde lo sensible que es una expresión artística, mostrar un pensamiento, algo que pasa (…) No mostrar un refugiado quizás triste o en vulnerabilidad, es mostrarlos desde el lado positivo, desde el lado de la creación”, agrega la artista.
Fotografía, artes gráficas, glitch art, acuarela, collage, pintura y técnica mixta se muestran en la exposición, donde participan artistas de trayectoria, algunos graduados, licenciados en arte del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón. También hay fotógrafos egresados de la Escuela de fotografía de Roberto Mata y otros son artistas plásticos, egresados de la Universidad del estado Zulia.
Lía Sabela y Luis Henríquez son algunos de ellos; una pareja que llegó hace cinco años a Bogotá para continuar con su empresa que presta servicios de producción creativa y artística.
“Actualmente, vivo de mis creaciones, hago murales, cuadros, de todo un poco, diseño, pero siempre enfocado en la parte artística”, dijo Luis a la VOA, quien participa en la exposición con dos ensamblajes tridimensionales y abstracciones de la parte arquitectónica de la ciudad.
“Uno de los mayores significados (de la exposición) es cómo lograr que con la venta de algo que tú has creado logras apoyar a otras personas que están en condiciones vulnerables”, agrega.
Opinión que comparte Lía, su esposa, quien además trabaja como coordinadora de arte en una cadena de hostales en Bogotá y ha expuesto tanto en Colombia como afuera.
?“Sabiendo toda la situación que uno tiene que pasar, es alguna manera de solidarizarse y, a través de lo que hago, poder aportar algo a las personas que están en situaciones súper complicadas, además sentimentalmente sabiendo todo lo que está viviendo nuestro país”, agrega la venezolana, quien expone en RefugiArte, una serie de cuerpos perfectos: “en ese caso, utilizo varias creaciones de cuerpos de otras personas, las uno y creo otro cuerpo que, a la vez, es amorfo pero es para representar la belleza que veo en todos”.
La selección de cada obra, explica la curadora, se hizo sobre la investigación de cada artista, los lenguajes y la temáticas que abordan. Así mismo, de la calidad de las obras que están ahorita en la escena del arte venezolano.
El apoyo
La plataforma Caracas Arte Actual nació hace 8 años para visibilizar el trabajo de los artistas venezolanos. Su proyecto fue presentado a Somos Panas Colombia, de ACNUR, quienes recibieron con beneplácito la idea.
“El arte nos pone con lo más esencial del ser humano y ahí desde nosotros queremos conectarnos con las personas que han tenido que salir de su país por diferentes situaciones y hoy están en busca de solidaridad y apoyo en Colombia y el mundo.
“Nos parece que el arte permite exponer eso que es tan esencial y donde es posible hacer la conexión entre personas, que compartimos las mismas necesidades de protección, de estar en un espacio seguro donde pueda crecer una familia, estar con los amigos, desarrollarse personalmente”, afirmó a VOA Noticias, Rocío Castañeda, oficial de información pública de ACNUR en Colombia.
Tras buscar espacios y alternativas para mostrar las obras, el grupo de artistas recibió el apoyo de We Work -una plataforma para creadores que ofrece espacios de trabajo-. Esta empresa ha buscado alianzas con entidades gubernamentales y empresas privadas para generar conciencia sobre la situación y, desde el año pasado, de la mano de ACNUR y el SENA, la multinacional viene articulando un proyecto que busca brindarles oportunidades de trabajo a los refugiados y migrantes venezolanos con el fin de apoyar su reubicación y mejorar su calidad de vida.
La exposición RefugiArte estará abierta hasta el 21 de junio y se realiza en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Refugiado y del Desplazado, que cada 20 de junio se celebra internacionalmente.