Una mujer estadounidense que sufrió un aborto después de recibir varios disparos en el abdomen fue arrestada por la justicia de Alabama acusada de matar al feto.
Los defensores del derecho al aborto brindaron apoyo de inmediato a la joven, señalando que su caso es un símbolo de la actual campaña contra el aborto en ese estado conservador y religioso del sur de Estados Unidos.
“Marshae Jones fue acusada de homicidio involuntario por perder un embarazo después de que le dispararon cinco veces en el abdomen. Su agresora sigue en libertad. La sacaremos de la cárcel y le daremos asistencia legal”, tuiteó la organización YellowFund, que ayuda a las mujeres a acceder al aborto.
La joven de 27 años fue atacada por otra mujer durante una pelea en diciembre.
“La única víctima verdadera fue el bebé por nacer”, declaró el jefe de la policía local, Danny Reid, según el sitio de noticias AL.com. “Fue la madre del niño quien inició y continuó la peleó que resultó en la muerte” del feto, agregó.
La autora de los disparos fue inicialmente acusada por un gran jurado, que luego retiró los cargos en su contra y acusó a Marshae Jones, detenida el miércoles.
Alabama aprobó en mayo una ley que prohíbe el aborto, incluso en casos de violación o incesto, y lo equipara a un homicidio.
Se espera que la ley entre en vigencia en noviembre, pero debería ser bloqueada para entonces porque viola la jurisprudencia de la Corte Suprema que legalizó el aborto en 1973.
Incluso antes de que se aprobara la ley, mujeres que habían sufrido un aborto después de un accidente automovilístico o de haber abusado de drogas ya habían sido objeto de demandas, dijo la Federación Nacional de Aborto, que apoya el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.
“Así es como las mujeres, especialmente las de color, ya son castigadas y criminalizadas por terminar sus embarazos”, tuiteó la federación.
Además de Alabama, varios estados conservadores han promulgado leyes que restringen el acceso al aborto desde principios de año. Su propósito es proporcionar una razón para que la Corte Suprema revea el tema. Apuestan por los nuevos jueces conservadores designados por el presidente republicano, Donald Trump, para dar marcha atrás.
AFP