El noviazgo puede ser una de las etapas más maravillosas de la vida, pues al vivir este tipo de relación aprendes a conocerte y a conocer al otro, mientras mejoran mutuamente y aprenden como preparación al matrimonio.
Por: Veritas
Y aunque no todo va a ser siempre perfecto, y es seguro que algún mal rato se va a hacer presente, hay que saber cómo actuar en cada circunstancia. Las diferencias en un noviazgo deben usarse como una oportunidad para conocerse y crecer como personas.
Si en su lugar se intimida al otro, no se resuelve en conjunto el conflicto, o suele pasar que se vuelve a repetir el mismo ‘círculo vicioso’, se debe prestar mucha atención. Porque así es como se pueden llegar a normalizar malas conductas, que a su vez pueden llevar a un noviazgo tóxico.
El noviazgo tóxico, en vez de construir a una pareja, destruye a la persona. Envenena no solo esa relación, sino todas las que rodea a la supuesta pareja, y termina en graves daños psicológicos, emocionales, e incluso físicos.
Por ello, se debe tener presente las señales comunes en este tipo de relaciones, para poder identificarlas oportunamente:
.- Control / Posesión. Se puede ver en pequeñas acciones como decir qué ropa ocupar, cómo hablar, a dónde ir o quién se puede reunir. El control también se puede ejercer en las redes sociales a través de mensajes.
.- Celos. Se cree que la pareja está siendo infiel por eso comienza a decir con quién reunirse, o prohibir personas a quien ver. Los celos también son un tipo de control.
.- Omisión de información. Se comienza a no relatar o comentar a la pareja con quien uno se encuentra o alguna actividad que se va a realizar. Esta señal está asociada al miedo que uno pueda sentir a la reacción del novio o novia.
.- Asimetría relacional. En la relación hay alguien que dirige y lidera y otra persona que acepta a pesar de que en ciertas circunstancias no está de acuerdo, con la finalidad de evitar conflicto o por miedo.
.- Pérdida de autonomía. Se genera por la escasez de toma de decisiones, ya que se vuelve muy importante lo que pueda opinar la pareja de todo lo que uno va a hacer.
.- Pleitos constantes. Cualquier motivo es pretexto para discutir, levantar la voz y faltar el respeto. El mal genera más mal, intranquilidad y tristeza.
Cuando se reconoce este tipo de relación, se requiere mucha valentía para salir de ella. A continuación, dejamos algunos consejos para hacerle frente a la situación:
.- Romper con la tendencia hacia el aislamiento. Es muy importante compartir el cómo se siente con amigos de confianza y seres queridos. Ellos pueden dar acompañamiento y consejo en los momentos cruciales.
.- No normalizar la situación. Se debe recordar el valor que uno tiene como persona, y exigir que las relaciones personales cumplan con ese estándar. No hay que temerle a la soledad. Por el contrario, una relación tóxica te aísla mucho más que si no tuvieras pareja.
.- No dejarse llevar únicamente por las palabras y las promesas de la otra persona. El amor de una persona no solo se muestra a través de la consistencia de sus palabras, sino también, de la coherencia de sus acciones y de su actitud.
.- Una vez tomada la decisión de romper, hay que mantenerse firme. Asume la realidad de lo que está sucediendo, y no dejes que miedos o palabras vanas cambien lo que has llegado a ver.
.- Pedir ayuda profesional nunca está de más. Buscar apoyo psicológico y emocional para superar la experiencia y no volver a caer en situaciones semejantes es absolutamente normal y necesario.
.- El cariño o amor por una persona no es una excusa para quedarse. Muchas víctimas de relaciones tóxicas realmente están enamoradas de la otra persona y, a pesar de las consecuencias, lo toman como motivo suficiente para quedarse, para esperar que las cosas cambien. No se puede hacer nada para cambiar a una persona, pero si se pueden cambiar las circunstancias en las que se vive.
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