La votación de investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español tendrá lugar el 23 de julio, anunció este martes la jefa del Congreso Meritxell Batet, sin que el líder socialista cuente con los votos suficientes para imponerse.
“El martes 23 de julio se llevará a cabo (…) la primera votación” en el Congreso de los Diputados, señaló Batet a periodistas luego de conversar telefónicamente con Sánchez, quien se encuentra en Bruselas.
Si su investidura fracasa, comenzará una carrera contrarreloj para que los partidos negocien un ejecutivo en máximo dos meses, plazo tras el cual se convocarían por ley elecciones generales.
De producirse, los comicios se convocarían en noviembre y serían los cuartos en cuatro años en España, cuyo Congreso se encuentra muy fragmentado desde el fin del bipartidismo en 2015.
“España necesita un Gobierno cuanto antes para seguir avanzando”, tuiteó Sánchez.
Llegado al poder en junio de 2018 gracias a una moción de censura que sacó del poder a su antecesor, el conservador Mariano Rajoy, Sánchez ganó las legislativas de abril pasado.
Pero con 123 de 350 escaños en el Congreso de los Diputados, los socialistas están lejos de la mayoría absoluta.
De allí que Sánchez necesita obtener el apoyo de la izquierda radical de Podemos, que cuenta con 42 diputados, y de una multitud de pequeños partidos regionales.
Para darle el sí, Podemos exige entrar en el gobierno, con miembros del partido en el Consejo de Ministros. Algo a lo que se resiste Pedro Sánchez, cuya contraoferta son puestos en segunda línea de la administración, sin haber convencido hasta ahora a la formación de izquierda radical.
“Sánchez camina a una investidura fallida sin negociar nada con nadie (…), pero es posible un gobierno de coalición progresista en julio”, reaccionó en Twitter Irene Montero, número dos de Podemos.
Apoyo independentista indeseado
Bastet señaló que la sesión de investidura comenzará el lunes 22 de julio con la intervención de Sánchez, con la votación un día más tarde.
En ese momento, el presidente del gobierno en funciones necesita para ser ratificado en el cargo una mayoría absoluta de 176 votos, de los que carece. En un segundo intento, que se realizará 48 horas más tarde, le bastan más síes que noes.
Sánchez ha llamado insistentemente a la derecha conservadora del Partido Popular y al centroderecha liberal de Ciudadanos a abstenerse y permitirle formar gobierno, para evitar repetir las elecciones y dar estabilidad a la cuarta economía de la zona euro. Pero ambas formaciones le han reiterado que votarán en contra.
Sánchez busca también evitar que su investidura dependa de los independentistas catalanes, para salvarse de las críticas de la derecha, que lo ha acusado de ser su “rehén” en los últimos meses.
Los independentistas catalanes dieron su apoyo a Sánchez para llegar al poder en junio de 2018, pero desde que comenzara un juicio en Madrid contra 12 de sus líderes le hicieron la vida imposible, tanto así que precipitaron las legislativas anticipadas de abril, al rechazar los presupuestos del Estado.
Las posibles condenas en otoño contra los 12 dirigentes independentistas juzgados en el Tribunal Supremo por la fracasada secesión de España en octubre de 2017 podrían endurecer aún más la posición de los separatistas catalanes, que obtuvieron 22 diputados en esos comicios. AFP