“El país desconoce lo que está ocurriendo al interior de una Fuerza Armada segura y profundamente afectada por la aprehensión y tortura de oficiales activos, incluyendo la muerte del capitán Acosta Arévalo”, señaló el diputado Luis Barragán, integrante de la Fracción Parlamentaria 16 de Julio.
Impresión inicial del vocero asambleario en la materia, observó: “A juzgar por la experiencia democrática del siglo anterior, fue una conquista la renovación periódica del Alto Mando Militar que, incluso, llegó a ser anual en contraste con la situación actual en la que tanto se especuló en torno al finiquito de la biografía política de la promoción de 1986”.
Comentó el diputado Barragán que hubo ministros de la Defensa que se prolongaron varios años, como el general Ramón Florencio Gómez, durante el periodo del presidente Leoni, comprensible en tiempos de la feroz insurrección armada. Empero, a partir de la década de los setenta, hubo una mayor fluidez en el alto despacho y toda la entidad castrense.
E, igualmente, recomendó el trabajo del Dr. José Alberto Olivar, en torno al papel de Vladimir Padrino, incluido en el libro “El Estado Cuartel en Venezuela”, editado por la Unimet en 2016, cuya reedición está disponible en las redes sociales.
Interrogado el parlamentario sobre el anuncio hecho por el presidente encargado de la República, Juan Guaidó, respecto a la inminente aprobación del TIAR, expresó: “Responde a una urgencia que todo el país siente y cuya reinserción demanda a la Asamblea Nacional, imposible de divorciar de la autorización referida por el artículo 287, 11 constitucional que subsumirá y de la aplicación del principio de la Responsabilidad de Proteger. Además, el TIAR orientará a la reprofesionalización, reespecialización y reinstitucionalización de la Fuerza Armada, oxigenándola camino a las libertades plenas en Venezuela”.
Nota de prensa