El caso del general Miguel Rodríguez Torres es todo un símbolo. Hoy sus derechos son defendidos por la misma gente a la que persiguió cuando fue ministro de Interior de Nicolás Maduro, mientras es uno de los presos políticos con quien más se ha ensañado este. Un mensaje de miedo no a la oposición, sino a sus propias filas para intentar detener la próxima disidencia.
Por medio de su cuenta de Twitter la diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela (AN) y activista por los Derechos Humanos, Adriana Pichardo, informó sobre la huelga de hambre iniciada por el general Miguel Rodríguez Torres en protesta por sus condiciones de reclusión y las torturas de las que, afirma, ha sido objeto.
https://twitter.com/apichardob/status/1149406522818093057
Rodríguez Torres, quien fue ministro del Interior de Nicolás Maduro y jefe de inteligencia de Hugo Chávez, se encuentra recluido en la Cárcel Especial de Fuerte Tiuna, al sur de la ciudad de Caracas, junto con otros oficiales militares y el primer vicepresidente de la AN, Edgar Zambrano. Arrestado en marzo de 2018 por funcionarios delSebin (el mismo organismo que él creó) es uno de los presos políticos a quien Maduro personalmente ha tratado con mayor saña.
Lo paradójico de su caso es que quien hoy lo defiende, la diputada Pichardo, es dirigente de Voluntad Popular, el partido político que fue el principal objetivo de la represión que Rodríguez Torres dirigió desde el Ministerio del Interior en 2014 y, de paso, ahora comparte reclusión con opositores al régimen al que sirvió.
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