El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha ordenado investigar el apagón ocurrido en la Gran Manzana en la noche del sábado que afectó a unos 72.000 clientes, que tildó de “inaceptable” a la vez que aseguró que los responsables rendirán cuentas.
“Aunque la situación por suerte se ha contenido, el hecho de que haya sucedido es inaceptable”, dijo Cuomo en un comunicado enviado a la prensa este domingo.
“He ordenado a la Comisión de Servicio Público (PSC, sus siglas en inglés) que lleve a cabo una investigación a las causas del apagón y todas las partes implicadas serán responsabilizadas para asegurarnos de que esto no vuelve a suceder”, agregó.
En una entrevista con el medio local ABC7, el máximo representante del estado de Nueva York mostró una clara frustración ante lo sucedido, y dijo que una situación de este tipo en una ciudad como la Gran Manzana supone “un problema de seguridad ciudadana y no podemos aceptar esto. No lo podemos aceptar”.
Se cree que el apagón se produjo por problemas en una de las subestaciones en la zona oeste de Manhattan, que se extendió a otras instalaciones eléctricas de la ciudad, un fallo que, por el diseño de la red de Nueva York, no debería suceder.
Cuomo explicó que las autoridades ordenaron que se diseñara una red eléctrica que impidiera precisamente que el fallo de una subestación pudiera afectar a otras, porque “no es la primera vez que ha habido problemas con una subestación”.
El gobernador arremetió duramente contra la compañía eléctrica de la zona, Con Edison: “Pagamos a Con Ed, no nos hacen un favor. Deberíamos tener un sistema que anticipe y contemple incidentes previsibles”.
El apagón duró cerca de cuatro horas y dejó este sábado a 72.000 clientes sin luz, afectando a la zona oeste de Manhattan y puntos emblemáticos como Times Square, con escenas de inquietud entre ciudadanos porque líneas de metro y teatros llegaron a paralizarse.
El fallo eléctrico, que se produjo pasadas las 20.00 horas, hora local, (00.00 GMT del domingo), además de afectar al normal funcionamiento del metro, dejó a muchos ciudadanos atrapados en ascensores y hasta una parte de la concurrida Times Square se quedó sin sus luminosos habituales. Los semáforos tampoco funcionaron.
Las tiendas tuvieron que cerrar y los espectáculos de Broadway no continuaron ya que la mayoría de los teatros cancelaron sus presentaciones, incluido el espectáculo de la cantante Jennifer López en el Madison Square Garden.
EFE