Un breve sismo sacudió este martes la zona central de Ciudad de México generando nerviosismo entre sus habitantes, aunque autoridades no reportaban hasta el momento daños materiales o afectaciones a personas.
El movimiento, registrado a las 22H59 local (03H59 GMT del miércoles), tuvo una magnitud de 2,9 y su epicentro se localizó 3 km al noroeste del municipio Álvaro Obregón, en el oeste de la capital mexicana, con una profundidad de 3 km, reportó en Twitter el instituto Sismológico Nacional.
Vecinos del céntrico barrio Roma salieron de sus casas, la mayoría con ropa de dormir; algunos acompañados de sus mascotas o portando mochilas de emergencia, según constató la AFP.
“De repente sentimos como un jalón y se movió la lámpara y los gatos corrieron y nos bajamos en chinga (a toda prisa)”, dijo Julia Herrhammer, ciudadana alemana y vecina del barrio.
La alcaldesa de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, confirmó que el sismo se percibió en varias zonas de la ciudad y dijo que tras una verificación de autoridades de seguridad y Protección Civil no se reportaban daños.
“El día de mañana (miércoles) nos reuniremos con un grupo de expertos para evaluar los últimos movimientos registrados”, agregó Sheinbaum en su cuenta de Twitter, en referencia a la decena de “microsismos” que desde la semana pasada se han registrado en Ciudad de México.
La secretaria de gestión de riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, confirmó a la cadena local Foro TV que el del martes ha sido el “más alto de los que hemos tenido” desde la semana pasada.
Por su parte, el coordinador nacional de Protección Civil, David León, explicó que esta clase de movimientos se deben a la composición del terreno y a las fallas geológicas que caracterizan al territorio de la capital.
El 19 de septiembre de 2017, un terremoto de magnitud 7,1 sacudió la capital mexicana y parte de la región central del país, causando 369 muertos y daños en centenares de edificios.
El mismo día, pero en 1985, otro violento sismo remeció la metrópoli dejando un saldo mortal de más de 10.000 personas.
La región suele sufrir sismos por la convergencia de las placas tectónicas Caribe, Cocos y Norteamérica, así como por fallas geológicas locales que generan una serie de movimientos, en su mayoría imperceptibles.
AFP