Los riesgos de FaceApp, la aplicación de moda

Los riesgos de FaceApp, la aplicación de moda

Imagen del jugador Leo Messi tras la aplicación del filtro de envejecimiento de FaceApp.

 

No cabe duda de que FaceApp, número uno en las principales tiendas de aplicaciones del mundo, incluyendo la App Store española, y una difusión en redes sociales que alcanza la calificación de viral, está siendo el éxito del momento. Si todavía no conoce esta celebérrima app es posible que no frecuente mucho Twitter y demás redes sociales, puesto que su presencia en las mismas es, en estos momentos, masiva. ¿En qué consiste exactamente FaceApp y por qué están saltando las primeras alarmas entre los expertos en seguridad? Así lo reseña elpais.com

Esta aplicación emplea un sistema neuronal basado en inteligencia artificial que analizar la fotografía que se sube de forma automática a sus servidores para lograr los efectos ansiados, envejecer o rejuvenecer, al protagonista de la foto con un realismo sorprendente. Hasta aquí, nada nuevo que no suceda a diario con centenares de aplicaciones en todo el mundo, pero en el caso de FaceApp coinciden dos realidades que han hecho disparar las alarmas: los servidores se encuentran en Rusia, por un lado, y por otro, la política de privacidad es lo suficientemente vaga como para que uno se lo piense dos veces antes de aceptar sus términos.





El hecho de que la base central esté fuera de la Unión Europea dificulta la aplicación de la legislación comunitaria sobre protección de datos, la más exigente de las existentes en los países desarrollados.

Por otra parte, cuando se aceptan las condiciones de uso de la aplicación, se especifica en la petición de autorización que los datos pueden ser cedidos a terceros, pero no los usos que estas compañías podrían hacer de la información. Además, no suele ser un elemento en el que los usuarios reparen cuando continúan con la instalación.

Las primeras alarmas acerca de los riesgos que el usuario corre al descargar y utilizar esta aplicación no han tardado en llegar: ¿sabemos exactamente qué sucede con las fotografías una vez son transformadas y devueltas al usuario? Los términos de privacidad son lo suficientemente vagos como para despertar sospechas y, por si esto fuera poco, los creadores de la app avanzan en el contrato que acepta el usuario que sus datos pueden ser cedidos a terceras partes. “Se trata de algo muy preocupante”, explica a EL PAÍS Borja Adsuara, abogado experto en comunicación digital, que eleva la acusación a las tiendas digitales por no adoptar medidas de forma cautelar.

Adsuara reclama medidas de protección para el usuario semejantes a las existentes en la alimentación, “si uno no puede comprar un alimento en mal estado en una tienda ¿por qué se le permite descargar apps con código malicioso?”, se pregunta en relación a los programas que pueden vulnerar la privacidad. Este experto recomienda que sea el usuario quien valore si le compensa “vender su alma” a cambio de una foto retocada.

Dani Creus, analista de seguridad de Kaspersky también advierte de los riesgos de compartir fotos con terceros: “Debemos asumir que al subir algo a la nube, perdemos su control”, explica a este diario. Este experto nuevamente incide en el que es, hoy por hoy, el mejor aliado del usuario en Internet: “el sentido común”.