Las abrasadoras temperaturas que afectan a Francia podrían precipitar el colapso del techo abovedado de Notre-Dame, dijo el miércoles el arquitecto jefe de la catedral.
Notre-Dame fue devastada en abril por un incendio que destruyó el techo.
“Estoy muy preocupado por la ola de calor”, dijo el arquitecto Philippe Villeneuve. “Lo que temo es que las juntas o la mampostería, cuando se sequen, pierdan su cohesión y sus cualidades estructurales y que (…) la bóveda ceda”.
Villeneuve destacó que el techo abovedado “podría” colapsar y que, a diferencia de los campanarios y otras partes de la catedral, los expertos aún no habían podido acceder a esa estructura desde arriba o abajo.
El miércoles, 80 de los 96 departamentos administrativos de Francia continental estaban en alerta naranja, el segundo nivel más alto de advertencia, debido a la intensificación de una ola de calor.
El meteorólogo estatal Meteo France pronosticó que París podría alcanzar temperaturas récord de alrededor de 42 grados Celsius el jueves, el punto más alto de la segunda ola de calor intenso del verano boreal. El récord de la capital francesa de 40,4 grados Celsius se registró en 1947.
El presidente Emmanuel Macron prometió que Notre-Dame será reconstruida en cinco años. Los trabajadores han levantado una lona blanca gigante sobre el techo roto, han estabilizado los pináculos de la catedral y colocado decenas de sensores para detectar cualquier movimiento.
El incendio en la catedral, construida durante casi 200 años a partir de la mitad del siglo XII y un símbolo de París, provocó mucha tristeza en Francia y en todo el mundo.
Reuters