Al menos dos miembros de la misión de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) perdieron la vida y otras ocho personas resultaron heridas este sábado en un ataque con coche bomba en la ciudad oriental de Bengasi, informó este órgano de la ONU.
En un comunicado difundido en su página de Twitter, la UNSMIL explicó que la explosión, que tuvo lugar frente a un centro comercial, coincide con los preparativos del Aid al Adha, conocida como la fiesta del sacrificio del cordero, que se celebra este domingo en el país.
“Este ataque cobarde es una manera dura de recordarnos la urgente necesidad para los libios cesen de luchar, que dejen de lado sus diferencias y trabajen juntos a través del diálogo y la no violencia para poner fin al conflicto”, declaró el enviado especial de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, a través de este texto.
Semanas antes, Salamé había pedido a las partes del conflicto un alto el fuego con motivo de la festividad religiosa, como paso previo a un nuevo proceso de diálogo.
Como pasos necesarios, el representante citó el intercambio de prisioneros, la liberación de las personas que han sido detenidas y secuestradas de manera arbitraria, así como el intercambio de restos mortales.
El mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país, cuyas tropas controlan la mayor parte Libia y todos los yacimientos petroleros, lanzó el pasado 4 de abril una ofensiva para tratar de conquistar la capital cuando el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, estaba de visita oficial, en un claro mensaje a la comunidad internacional.
Desde entonces han muerto más de un millar de personas entre milicianos y civiles, más de 5.000 han resultado heridas y en torno a 100.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares y convertirse en refugiados internos.
Libia tiene dos gobiernos actualmente: uno en el este tutelado por Hafter, apoyado militarmente por Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Francia y Rusia, y otro llamado de Unión Nacional, sostenido por la ONU en Trípoli.
EFE.