La nueva administración de la filial estatal venezolana de Pdvsa, Pdvsa Gas, está bajo presión para abordar la escasez crónica de gas doméstico y las frecuentes explosiones en las plantas de distribución de gas en el país.
Por DMB | lapatilla.com
En el último incidente del 24 de agosto, una planta de almacenamiento y llenado de propano operada por Pdvsa Gas Comunal en Ocumare del Tuy en el estado de Miranda explotó, interrumpiendo el suministro en las comunidades más pobres de Caracas.
La explosión destruyó el equipo de llenado y un pequeño tanque de almacenamiento, pero no se reportaron heridos porque los trabajadores huyeron de la instalación cuando se produjo un incendio.
“Ha habido muchas explosiones en las estaciones de servicio, porque hay escasez de personal, y los que llenan las bombonas carecen de experiencia”, dijo a Argus un ex funcionario de Pdvsa Gas .
Pdvsa Gas Comunal cuenta en su mayoría con consejos de comunidades vecinales creados a principios de la década de 2000 por el gobernante Partido Socialista Unido (PSUV). Las plantas de llenado sufren incendios y explosiones frecuentes que a menudo se atribuyen al manejo inadecuado de los equipos por parte de operadores no capacitados de la compañía de la comunidad.
El deterioro del suministro y la logística de Gas Licuado de Petróleo (GLP) coincide con una sacudida en Pdvsa Gas la semana pasada. El nuevo Vicepresidente de Gas en la junta directiva de Pdvsa es Gustavo Gómez, quien reemplazó a Nemrod Contreras. El nuevo director ejecutivo de Pdvsa Gas es José Primera, quien reemplaza al hermano de Nemrod, Wilder Contreras.
Ninguno de los nuevos ejecutivos tiene experiencia conocida en el negocio del gas.
Según un informe interno de Pdvsa Gas visto por Argus , los cambios de gestión están relacionados con la presunta corrupción.
Los problemas en Pdvsa Gas reflejan una crisis económica y política más amplia que afecta al país.
La mayoría de los venezolanos dependen del GLP para cocinar. El GLP es escaso junto con el combustible para motores como resultado de averías en las refinerías de Pdvsa y un fuerte descenso de la producción de crudo en los últimos años.
Pdvsa quema unos 2.000 millones de pies cúbicos diarios de gas de campos en tierra porque carece de infraestructura para el transporte y para el procesamento industrial.