El poderoso huracán Dorian continuaba planeando este martes sobre las Bahamas, donde provocó feroces vientos y marejadas que dejaron al menos cinco muertos, y se dirigía a Estados Unidos, donde la inminencia de su llegada provocó evacuaciones masivas en la costa este.
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El huracán se debilitó levemente durante la noche y fue rebajado a la categoría 3 por el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Pero Dorian mantiene su peligrosidad con vientos de unos 195 km/h, y parece haberse detenido en la isla de Gran Bahama donde pasará aún buena parte del martes con sus lluvias torrenciales, según el último boletín del NHC a las 10H00 GMT.
Tras su paso por las Bahamas, se espera que se acerque a la costa este de Florida entre el martes por la noche y el miércoles por la mañana, antes de seguir rumbo a Georgia y Carolina del Sur, indicaron los servicios meteorológicos.
Tras días de incertidumbre sobre la trayectoria del huracán, esos estados ordenaron la evacuación de cientos de miles de habitantes.
En Florida, que cada año está en primera línea ante las tormentas durante la temporada de huracanes, los efectos de Dorian se sentían ya con fuertes lluvias, posibles tornados el martes y ráfagas de 98 km/h, dijo el NHC, con sede en Miami.
Como al menos otras 9.500 personas en el estado, Stefanie Passieux esperaba el paso de la tormenta junto a sus dos hijos y su madre en un refugio.
“Vine ayer, tan pronto abrió. Dicen que estamos en estado de emergencia así que vine”, dijo. “Mi papá se quedó con los gatos. Nunca se va. No le gustan los refugios.”
– Daños “sin precedentes” –
El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, anunció en rueda de prensa la muerte de cinco personas en las islas Ábaco, y describió al huracán como una “tragedia histórica” para el archipiélago.
Dorian, que golpeó las Bahamas el domingo como una tormenta categoría 5 soltando vientos de casi 300 km por hora, dejó calles inundadas y arrancó tejados y árboles en las islas. El ministerio de Turismo anunció que las operaciones de rescate habían empezado ahí donde se podía intervenir.
Para muchos habitantes la espera era aterradora.
“Cualquiera que pueda ayudarme, soy Kendra Williams. Vivo en Heritage. Estamos bajo el agua; estamos en el tejado”, escribió esa residente de Gran Bahama, en un SMS al que tuvo acceso la AFP.
“Alguien puede por favor asistirnos o enviarnos ayuda (…) Yo y mis seis nietos y mi hijo estamos en el tejado”, añadió.
Las autoridades de Bahamas indicaron haber recibido numerosas llamadas de auxilio de gente desesperada.
Las lluvias torrenciales que azotaron el archipiélago dejaron daños “sin precedentes”, dijo Minnis.
Según un primer balance de las autoridades y de trabajadores de la Cruz Roja, unas 13.000 casas podrían haber sido dañadas o destruidas, y el huracán causó “daños considerables” en las islas Ábaco y Gran Bahama.
Al menos 61.000 personas afectadas por el huracán Dorian en Bahamas tendrían necesidad de ayuda alimentaria, indicó la ONU, que espera luz verde del gobierno para efectuar una evaluación en el terreno.
– Estado de emergencia –
En Washington, el presidente Donald Trump reunió a los responsables de los servicios de emergencia. “Nos esperamos a que gran parte de la costa este sea golpeada y una parte de ella lo será de forma muy, muy dura”, declaró.
“El huracán se trasladará hacia el oeste peligrosamente cerca de la costa este de Florida la noche del martes al miércoles y luego se moverá peligrosamente cerca de Georgia y Carolina del Sur”, indicó el NHS.
Los tres estados ordenaron la evacuación de las zonas costeras, medidas que afectan a casi un millón de personas. Carolina del Norte y Virginia, más al norte también declararon el estado de emergencia.
“Si está en una zona de evacuación, salga AHORA. Podemos reconstruir su hogar. No podemos reconstruir su vida”, escribió el senador y exgobernador de Florida, Rick Scott, en Twitter.
El martes advirtió que la tormenta puede ser “mortal” y llamó a las personas a mantenerse en sus hogares.
En Port Saint Lucie, la ciudad costera del sur de Florida que estará más próxima a la trayectoria del huracán, muchos negocios ya estaban cerrados y los refugios de la zona comenzaban a llenarse a medida que el cielo se ponía cada vez más lúgubre.
Pero muchos se tomaban la tormenta con humor.
Ante el pedido de un consejo para quienes no han vivido antes un huracán, Stacey Ewers rompe en una carcajada. “¡Que disfruten la experiencia!”, dice. “La parte difícil es limpiar, después. No la tormenta”.
Según la Cruz Roja estadounidense, 19 millones de personas viven en zonas que podrían verse afectadas por el huracán. Hasta 50.000 habitantes de Florida, Georgia y Carolina del Sur necesitarán tal vez un refugio de emergencia, dependiendo del impacto de Dorian.
Con información de AFP