Nicholas Soames, nieto del ex primer ministro conservador británico Winston Churchill, está entre los 21 diputados expulsados del partido por el actual líder, Boris Johnson, por rebelarse contra sus planes de “brexit”.
Se incluyen también en este grupo Kenneth Clarke, el diputado más veterano y por tanto “el padre” de la Cámara de los Comunes, y los recientes ministros Philip Hammond, David Gauke y Rory Stewart.
Estos parlamentarios votaron anoche con la oposición a favor de una enmienda para asumir el control de la agenda parlamentaria -que normalmente gestiona el Ejecutivo- para promulgar una ley que evite una salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre.
Con su expulsión del grupo parlamentario conservador, que se suma a la defección ayer del diputado Phillip Lee, el partido gobernante pierde su dominio en los Comunes, al quedarse con 298 escaños (con los diez de su socio, el DUP norirlandés) frente a los 320 que acumula la oposición.
Los cesados conservarán su puesto como independientes y algunos, como Soames, ya han adelantado que no se presentarán a las próximas elecciones, lo que sume en una crisis al Partido Conservador y pone en cuestión la viabilidad del proyecto de Johnson.
Ruth Davidson, que hace unos días dimitió como líder de los “tories” en Escocia, lamentó la brutal expulsión de sus colegas y se preguntó “cómo es posible, en nombre de todo lo bueno y sagrado, que no haya lugar” en la formación para Soames, descendiente del dirigente conservador más venerado de la historia reciente.
La marcha del nieto de Churchill, de 71 años y parlamentario desde 1983, ha sido condenada también por Guy Verhofstadt, negociador del “brexit” del Parlamento europeo, que recordó en Twitter que su abuelo fue uno de los “padres fundadores” de la UE. EFE