El petrolero iraní Adrian Darya 1, sancionado por Estados Unidos, dejó el lunes de transmitir su ubicación mientras se encontraba en aguas territoriales y avanzaba rumbo a Siria, el posible destino final al que se dirigiría tras ser liberado de la colonia británica Gibraltar el pasado agosto.
lapatilla.com
Según los portales de rastreo de navegación máritima, TankerTrackers y MarineTraffic, el buque, cargado con crudo iraní, habría dejado de emitir su señal de localización el lunes por la noache una vez que cambió el rumbo frente a las costas de Trípoli, en el norte del Líbano, hacia aguas territoriales sirias.
Entrar en aguas sirias constituiría una violación del compromiso que Teherán adoptó ante la justicia de Gibraltar, por lo que se especulaba con que la nave estaría queriendo ocultar la maniobra al dejar de emitir su posición.
Por su parte la cadena estadounidense Fox News citó informes de inteligencia que aseguran que el petrolero se encuentra a unas 10 millas náuticas (unos 18 kilómetros) de la costa de Siria. Para el Derecho Internacional las aguas territoriales de un país se extienden hasta las 12 millas náuticas (unos 22 kilómetros) por lo que esta información, de confirmarse, significaría que el buque legalmente estaría ya en Siria.
El Adrian Darya 1 (ex Grace 1) abandonó el 18 de agosto Gibraltar, donde permaneció retenido desde principios de julio acusado por Estados Unidos de querer transportar 2,1 millones de barriles de crudo (valuado en 140 millones de dólares) a la Guardia Revolucionaria iraní en Siria y de violar con ello las sanciones de la Unión Europea (UE) contra ese país, un supuesto que Teherán negó.
En vez de descargar todo el crudo en Siria, otra de las posibilidades presentes es que el buque haga una transferencia a otro barco de su carga. Al respecto en los últimos días el Adrian Darya 1 fue identificado varias veces detenido en aguas internacionales en la cercanía de otros petroleros, también detenidos.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, advirtió la semana pasada que el petrolero se dirigía hacia Tartus en Siria, a pesar de lo garantizado por el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, al Reino Unido, ya que aseveró que el petrolero no amarraría en aguas sirias.
Incluso Teherán debió presentar un compromiso por escrito a la justicia de Gibraltar de que el petróleo no iría a Siria, como condición para la liberación de la nave.
El Tesoro estadounidense ha tomado medidas contra el buque “por brindar apoyo al terrorismo o actos terroristas” y ha sancionado también a su capitán, Akhilesh Kumar, y todo aquel que le brinde apoyo correrá el riesgo de ser sancionado.
El Adrian Darya 1, tras su liberación, se dirigió primero hacia el puerto de Kalamata en Grecia y luego hacia Mersin, en Turquía. En cada ocasión Estados Unidos amenazó con aplicar sanciones contra cualquier país que le preste apoyo.
Ankara sugirió después que el buque, que ha atravesado el Mediterráneo, se dirigía al Líbano, aunque oficiales libaneses negaron que hubieran recibido un permiso para dejar que el buque amarrara en sus puertos.
El persistente conflicto por el destino del petrolero es el último episodio en una escalada de tensiones entre Irán y Estados Unidos y sus aliados, especialmente el Reino Unido.
Al respecto, Irán incautó un petrolero británico, el Stena Impero, en el Estrecho de Ormuz poco después de que el Adrian Darya 1 fuera capturado en Gibraltar, el 4 de julio.
Este miércoles Teherán liberó a siete de los 23 tripulantes del buque, que se encuentra retenido en el puerto de Bandar Abas, y se especulaba con posible “trueque” de petroleros, aunque el régimen persa aseguró que no lo contemplaría hasta que el Adrian Darya 1 pudiera finalmente descargar su petróleo en algún puerto.
El portavoz no detalló la nacionalidad de los marineros liberados. La tripulación del Stena Impero está compuesta por 18 indios, tres rusos, un filipino y un letón.
Así lo reseñó Infobae || Con información de EFE y AFP