El barco humanitario “Ocean Viking” se preparaba este domingo para volver al Mediterráneo en una nueva misión de rescate de migrantes después de haber logrado desembarcar a 82 personas en Italia, gracias al visto bueno del nuevo gobierno.
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Las autoridades italianas realizaron este domingo exámenes médicos a los migrantes que desembarcaron en Lampedusa. Merced a un acuerdo logrado entre Italia, Francia y Alemania, los migrantes serán repartidos entre estos tres países. Portugal y Luxemburgo también aceptarán un pequeño número de migrantes, según la prensa italiana.
“Tras el desembarco, el ‘Ocean Viking’ se prepara para una nueva misión de rescate en la región mediterránea central, porque hay gente que sigue muriendo en estas aguas donde actualmente no están presentes barcos humanitarios”, dijo Nicola Stalla, coordinador de las operaciones de rescate.
Mientras tanto, Europa va a intentar negociar un mecanismo temporal de “repartición automática” de migrantes rescatados en el Mediterráneo. Se trataría de un proyecto presentado por el nuevo primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que implica a Francia, Alemania, España, Luxemburgo, Rumania, Portugal y Malta, según la prensa italiana.
El ex ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, quien libró una guerra abierta contra las oenegés que rescataban a migrantes en el mar Mediterráneo, prohibiéndoles el acceso a los puertos peninsulares o imponiéndoles elevadas multas, ha arremetido en los últimos días contra el cambio de actitud del nuevo gobierno.
Según informaciones de los servicios de inteligencia citados este domingo por la prensa italiana, entre 5.000 y 8.000 migrantes están esperando poder cruzar el Mediterráneo desde Libia.
Con información de AFP