Austria ha perdido al superviviente del Holocausto más viejo que seguía con vida al fallecer este jueves el presidente de la comunidad judía de Salzburgo, Marko Max Feingold, a los 106 años de edad, informó hoy el diario Kurier en su versión electrónica.
Nacido el 28 de mayo de 1913 en un poblado de Eslovaquia, Feingold vivió desde su temprana infancia en Viena, donde fue al colegio y donde se formó como empleado comercial.
Tras la anexión nazi de Austria, huyó a Praga, donde fue detenido por la Gestapo en mayo de 1939 y deportado a una serie de campos de exterminio, cuyas torturas y maltratos sobrevivió solo de forma milagrosa.
En 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, Feingold fue deportado desde el campo de exterminio de Auschwitz a otros tres campos en Alemania, primero a Neuengamme, luego a Dachau y finalmente a Buchenwald, donde fue liberado en abril de 1945 por tropas estadounidenses.
Por una casualidad, el superviviente que había perdido a todos su parientes en el Holocausto, se instaló ese mismo año en la ciudad de Salzburgo, a unos 300 kilómetros al este de Viena.
Allí acabó viviendo el resto de su vida, siempre muy ligado a la diminuta comunidad judía local, que presidió hasta su muerte.
En los primeros años de la postguerra, participó activamente en la evacuación clandestina de decenas de miles de refugiados judíos, superviviente del Holocausto, en su camino desde Europa central hacia Palestina, luego Israel.
Desde su jubilación en 1977, Feingold dio cientos de conferencias, sobre todo en colegios, para hablar sobre el judaísmo, contra el antisemitismo y para explicar sus vivencias en el Holocausto, además de ser muy activo en el diálogo interreligioso.
“La historia, también la más oscura y más inhumana, se puede repetir”, era una de sus advertencias para las futuras generaciones, recuerda el diario Kurier.
Por su activismo a favor de la reconciliación, Feingold recibió una serie de condecoraciones oficiales del Estado austríaco y del estado federado de Salzburgo.
EFE