A Nicolás Maduro le salen mal todas las jugadas... si no lo delatan sus expresiones y su pésima política para gobernar (la cual por cierto, ha sumido al país en su peor crisis histórica), las coincidencias hacen de las suyas y dejan por el piso al hijo de Chávez.
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Durante su viaje vacacional por Rusia, el número uno del chavismo se vio las caras con su jefe, Vladimir Putin, para recibir consejos de cómo seguir fregando las cosas y enredar más el papagayo político en Venezuela.
Ambos posaron pa’ la foto, y como es costumbre, dichas imágenes son distribuidas por los medios de comunicación, pero… para la suerte de Nicolás, siempre hay puntos para destacar en sus apariciones públicas, no es sorpresa.
En la foto grupal donde se aprecian las delegaciones, la del tirano ruso (derecha), y la del pichón de tirano venezolano (izquierda, qué cosas), se puede ver que ambos grupos, lado a lado, son representados por cuadros.
Si observan el lado de Putin, la obra ilustrada muestra un bosque frondoso, con pinos y árboles, mientras que, en el lado de Maduro, el cuadro plasma el mismo ambiente natural, pero éste luce sacado del mismo Chernóbil.
