La redefinición del espacio aéreo y el alto costo del combustible son retos que enfrenta la industria de la aviación de México tras la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, dijo el director de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Luis Felipe de Oliveira.
La cancelación del Texcoco, una obra de 13.300 millones de dólares y que sustituiría al actual y saturado aeropuerto de la capital mexicana, además de ser una “oportunidad perdida” para convertir a México en uno de los principales centros de conexión de la región, genera “un problema a futuro” en el que “el rediseño del espacio aéreo es algo extremadamente importante”, dijo de Oliveira en una entrevista con Efe.
La Ciudad de México, explicó el ejecutivo brasileño, se sirve en la práctica actualmente de tres aeropuertos: el Internacional de la Ciudad de México (AICM), el Santa Lucía y el Toluca, este último utilizado para aviación ejecutiva.
Esa situación “no ayuda a la conectividad” y en ese contexto “la redefinición del espacio aéreo de la región de Ciudad de México” se hace necesaria para que los tres aeropuertos puedan “trabajar simultáneamente sin que tengamos problemas de seguridad”.
“Tener esta definición del espacio aéreo mexicano, de cómo vamos a manejar ese flujo de aviones es muy importante. Hay una discusión bastante positiva (…) Ese es un tema en el que Gobierno mexicano está atendiendo a la industria, está intentando entender las necesidades de las aerolíneas”, aseveró de Oliveira.
Un segundo reto es definir “el plan futuro en términos de qué tipo de aerolíneas va a utilizar cada uno de los tres aeropuertos, cómo ubicarlas en cada uno de ellos”, señaló el director de ALTA, que cuenta con más de 80 miembros entre líneas aéreas y organizaciones y compañías proveedoras de la industria de aviación.
“Entonces, perdimos un ‘hub’ pero se está trabajando positivamente en relación a los tres aeropuertos que alimentarán a la Ciudad de México como un todo”, consideró de Oliveira.
“Y en tercer lugar está el precio del combustible, que sigue siendo uno de los más elevados de toda la región, siendo México un gran productor” de hidrocarburos y derivados, afirmó de Oliveira.
En México “es una gran preocupación los precios de los combustibles, que representa hoy el 30 % del costo operacionales” de la industria, con lo “cual 1 % o 2 % adicionales hace que el mercado deje de ser competitivo, y efectivamente afecta el resultado de cada una de las aerolíneas que están en México y que vuelan hacia México”, añadió.
“Hay cinco proveedores de combustibles distintos pero continuamos ligados a la producción y la importación de Pemex y en cuanto no haya la posibilidad de hacer un cambio no tenemos la posibilidad de reducir los costos efectivamente y hacer que la industria mexicana continúe creciendo y atendiendo a la población”, dijo de Oliveira.
El directivo de ALTA por otra parte elogió la expansión del mercado doméstico mexicano a razón de una tasa del 7 %, lo que “demuestra que se encontró una forma de lograr un crecimiento interno, doméstico, que no necesariamente necesita pasar por la Ciudad de México”. EFE