Miles de manifestantes volvieron a salir este lunes a las calles a lo largo de Indonesia tras una semana de protestas contra la corrupción y una propuesta de reforma penal en las mayores movilizaciones tras la caída de Suharto en 1998.
Las carreteras en torno al Parlamento de Yakarta se encuentran bloqueadas ante la presencia de miles de seguidores de las protestas que, lideradas por los universitarios, se han tornado ocasionalmente violentas la semana pasada y han puesto en jaque al Gobierno.
Más de 26.000 efectivos de la Policía y el Ejército han sido desplegados cerca de la Cámara Baja de la capital, un aumento desde los cerca de 20.000 de los días anteriores, según dijo el portavoz de la Policía de Yakarta, Argo Yuwono, al medio local Tirto.
Grupos de manifestantes salieron a la calle en ciudades de la isla de Java, Sumatra y Célebes, en un heterogéneo movimiento que surgió como rechazo a la exhaustiva reforma del Código Penal indonesio y otras leyes acusadas de favorecer a las élites indonesias y mermar libertades.
Hasta el momento han fallecido tres jóvenes en disturbios relacionados con las protestas, uno a causa de una insuficiencia respiratoria, otro por un disparo en el pecho y un tercero por una contusión grave en el cráneo, según la Policía.
Ante la escalada de violencia, el Ministerio de Educación pidió el lunes en un comunicado a los mandatarios provinciales y locales que prevengan que los menores, ya que estudiantes de secundaria también se han unido a las protesta, se vea implicados en situaciones violentas o que “pongan en riesgo su vida”.
El borrador del documento legal cuenta con 628 artículos y pena el sexo y la cohabitación fuera del matrimonio, la difusión de información sobre anticonceptivos, el aborto y amplía y endurece la leyes contra la blasfemia, la difusión de la ideología comunista o el adulterio.
Los universitarios denuncian también que el nuevo código reduce la severidad de las sentencias por corrupción y facilita los indultos por colaborar con la justicia, lo que agravan los recientes cambios en la ley de la comisión anticorrupción (KPK) que restan competencias al organismo.
El presidente Indonesio postergó la semana pasada la aprobación del Código Penal hasta octubre y accedió el jueves a reunirse con representantes de asociaciones universitarias y estudiar la anulación de la ley que rige la KPK, un encuentro que aún no se ha producido.
Por su parte, activistas apuntan que varios artículos ponen en riesgo los derechos de las mujeres, las minorías religiosas o la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales).
Las manifestaciones son las mayores protagonizadas por estudiantes en Indonesia desde 1998, que obligaron a dimitir al dictador Suharto y dieron paso a una transición democrática.EFE