El PSOE sólo sumaría cuatro escaños más el 10-N, el PP aumentaría en 32 diputados, Ciudadanos caería a 24; Vox sólo se dejaría dos y Más País irrumpiría con 10 diputados
Las urnas siempre esconden riesgos y las del 10-N los traen muy repartidos. Esta segunda convocatoria electoral sólo tendrá un gran beneficiario y será el PP, que dará un salto espectacular hasta rozar los 100 escaños. El PSOE verá esfumarse las esperanzas que alentó hace apenas un mes, cuando las encuestas le auguraban 145 diputados; ahora, tras el fracaso de los intentos para formar Gobierno, el partido de Pedro Sánchez sufre un fuerte desgaste y regresa a la casilla de salida. Su cosecha electoral -127 diputados- será muy parecida a la del 28-A: apenas cuatro escaños más.
Los dos grandes partidos sufren la mordida del resto de fuerzas políticas, pero, tras los tropezones, siguen demostrando que sus cimientos resisten. PSOE y PP juntos logran aglutinar, aunque sea sólo por una décima, más de la mitad de los votos. Así se desprende de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO.
Las segundas generales en un año traen pésimas noticias para Ciudadanos, la fuerza que con más ímpetu superó el examen del 28-A. Poco ha durado su éxito. Desde entonces su descenso ha sido en picado. Albert Rivera ha dilapidado su crédito de partido liberal, esperanza blanca para imprimir estabilidad, moderación y transparencia a un Gobierno liderado por el PSOE.
Él, ahora, como en su día Sánchez, ha sido víctima del no es no. Su sangría de votos es la que alimenta golosamente al PP. En los próximos comicios, a duras penas superará, según la encuesta, el 10% de los votos y sólo obtendrá 24 diputados -33 menos que en abril-; tendrá, además, pisándole los talones, a menos de un punto de distancia, a Vox, que aguanta los embates y sólo perdería dos de sus 24 puestos.
Unidas Podemos también se verá perjudicada. Perderá 10 escaños respecto al 28-A, una cita en la que ya obtuvo muy malos resultados. Las luchas internas y su pésima gestión en las negociaciones con el PSOE para formar Gobierno explican en parte su descalabro.
La tercera variable hay que buscarla en la irrupción de Más País, el nuevo partido de Íñigo Errejón, que actúa como un disolvente entre las formaciones de izquierda. Roba escaños a Pablo Iglesias y tapona nuevos espacios a Pedro Sánchez. Así, haciéndose un hueco entre ambos, el cofundador de Podemos, ahora volando en solitario, logrará una decena de diputados.
Del resultado del sondeo se desprende un claro castigo de los votantes a aquellas fuerzas políticas a las que atribuyen el bloqueo. Principalmente al PSOE. Un 47,4% señala a la formación de Pedro Sánchez como culpable número uno del fracaso en el intento de formar Gobierno. Unidas Podemos también carga con parte de la factura. Un 27,6% cree que el naufragio corrió de su cuenta. Este porcentaje está alimentado sobre todo por votantes socialistas, aunque estos también se muestran duros con su propio partido, ya que un 27% considera que la principal responsabilidad es del PSOE.
De hecho, la actuación de Sánchez en los últimos meses, tras el 28-A, no es la mejor valorada por los ciudadanos. Quizá por la novedad que supone, Íñigo Errejón le gana la partida. Al líder de Más País se le califica con un 3,96 y al del PSOE con un 3,79, seguido de cerca por el presidente del PP, con un 3,61.
Con estas perspectivas, la gobernabilidad sigue siendo difícil. Hay posibilidades, pero son complicadas. Los porcentajes demuestran que sería posible conformar un Gobierno de izquierdas con el apoyo del nacionailismo vasco y sin independentistas: PSOE, Unidas Podemos, Más País y PNV sumarían 176 escaños, exactamente la mayoría absoluta. Sin embargo esta fórmula tendría que superar previamente la desconfianza radical que se ha instalado entre Sánchez e Iglesias y el rencor que existe entre este último y Errejón.
El Gobierno de gran coalición entre PSOE y PP sería otra posibilidad. Hasta ahora no ha sido ensayada nunca en España. Sólo Mariano Rajoy la ofreció en su día y recibió una rotunda negativa por parte de Sánchez. Juntos, los dos partidos tendrían una mayoría aplastante de 225 escaños. Las opciones de llevarla a cabo son pocas. Por ahora, ninguno de los dos parece dispuesto a perder su condición de alternativa respecto al otro a la hora de llevar las riendas del país.
El escenario que se ha esfumado definitivamente es el de la alianza PSOE-Cs. Juntos se quedarían muy lejos de la mayoría absoluta. Rivera cae tanto que pierde cualquier posibilidad de ser decisivo y tocar poder.