Al principio, parecía que el principal problema entre Angelina Jolie y Brad Pitt era firmar su separación. Luego, la custodia de los hijos que compartían como pareja.
Por suerte, pareciera que la cordura se impuso y, a finales de 2018 ambos acordaron que lo principal era proteger los intereses de los niños y que, por lo tanto, ambos se quedaban con la custodia.
Sin embargo, se han visto obligados a retomar las negociaciones con sus respectivos abogados: su inmenso patrimonio económico.
Según revela The Blast, que ha tenido acceso a documentos judiciales relacionados con el divorcio, Jolie y Pitt no tienen muy claro cuál será la mejor manera de dividir la inmensa fortuna que lograron como matrimonio, sobre todo, el mayor problema es decidir quién se queda con el Château Miraval -la enorme mansión francesa rodeada de viñedos que compraron en el 2011- y que originalmente pensaban dejar en herencia a sus hijos.
Recordemos cómo era este matrimonio antes de separarse:
Con información de Vanity Fair