Con la lengua, el ano y los testículos extirpados mediante incisiones quirúrgicas y sin rastro de sangre, la misteriosa muerte de toros tiene en alerta a ganaderos y Policía de las zonas rurales del Oregón (EE.UU.), donde se manejan ya teorías sobre cultos satánicos o fenómenos alienígenas.
En los últimos meses varios vaqueros han encontrado en el bosque nacional de Malheur, en el estado de Oregón, los restos de cinco toros jóvenes de raza pura Hereford en extrañas circunstancias: mutilados, sin pájaros carroñeros ni otros animales en los alrededores y con “incisiones perfectas”.
Desde entonces la investigación está en un callejón sin salida, asegura a Efe Major L. White, gerente del rancho Silvies Valley, propietario de las reses.
No había indicios de que hubieran ingerido plantas venenosas y la muerte por causas naturales o muerte súbita es algo “descartable”, ya que se trata de “reses sanas encontradas en lugares lejanos, mutiladas, sin rastros de mordiscos o interacción de animales salvajes”.
En un pinar situado en un apartado barranco se halló al primer toro. Los vaqueros no descubrieron señales de disparos o indicios de envenenamiento.
Al día siguiente encontraron otros tres toros muertos en similares circunstancias en un paraje situado a unos tres kilómetros de distancia de donde apareció el primer animal mutilado.
Para Peter Davenport, director del Centro Nacional de Informes de Ovnis del estado de Washington, lo más curioso es que no había ningún tipo de huellas alrededor de las reses, lo que da mayor fuerza a la teoría de que se trata de un fenómeno extraterrestre.
“Ninguna persona ha sido detenida ni durante ni después de la comisión de un acto de mutilación de animales de este calibre, de los que se han reportado miles de casos en los últimos años en EE.UU.”, explica a Efe.
El hecho de que los cuerpos de los animales a menudo carezcan de sangre no sólo es extraño, sino que es “difícil imaginar cómo podría ocurrir tal fenómeno”, añade.
Casos similares sucedieron en Oregón en los ochenta del siglo pasado en la ciudad de Pendleton, cuando el ganadero Terry Anderson se encontró una vaca cuyo órgano mamario había sido extirpado “sin huellas ni rastros de sangre”.
Anderson atribuyó entonces la muerte a extraterrestres que secuestraron a su vaca, la mutilaron y la volvieron a lanzar en sus tierras desde el aire.
Y la historia se repitió en varias partes del país en la década anterior, donde miles de vacas y otros animales fueron encontrados muertos, mutilados, muchos sin órganos reproductivos o sin parte de su cara. Hasta el FBI tomó cartas en el asunto, pero entonces las muertes cesaron.
En el caso actual, los ganaderos de Oregón apuntan a la posibilidad de que los toros fueran mutilados para algún tipo de culto satánico en el que “utilizan sus órganos” porque tienen claro que perder cinco toros, sanos y de la misma edad, está “fuera de cualquier actividad normal”.
Lo que sí tiene claro Colby Marshall, propietario de los animales, según explica el gerente del rancho, es que el autor no busca perjudicarlo económicamente, móvil que las autoridades han analizado al saber que los toros valen 7.000 dólares cada uno, pues los beneficios del rancho van mucho más allá de la cría de ganado ya que es además un destino turístico de lujo.
El agente del condado de Harney encargado del caso, Dan Jeckins, dijo que no han conseguido aún una explicación razonable al suceso, pero calificó de “ridículo” el pensar que sectas o extraterrestres están detrás de estas muertes, por mucho que en casos como este aparecen personas que dicen haber visto “ovnis” el día del suceso.
Pero la Asociación de Ganaderos de Oregón (OCA) ha dejado claro que si hubieran sido coyotes o lobos se notarían los mordiscos en las zonas desgarradas, y, según Jeckins, las incisiones eran perfectas.
Tras 30 años de investigación, el periodista Chuck Zukowski, que ha investigado sobre este fenómeno en ranchos de todo EE.UU, llegó a desarrollar la “teoría del paralelo 37”, una carretera para ovnis que atraviesa el oeste del país.
Zukowski cree que las mutilaciones ocurridas en Oregón no fueron causadas por personas ligadas a un culto religioso como sugirió el ranchero.
“La Policía local se negó a hablar conmigo, así que no tengo todos los hechos, pero, por lo que leí, es un caso clásico con todas las características de los que vengo estudiando: falta de sangre, cortes extraños y ninguna evidencia de causa de muerte humana o depredadora”, dice a Efe.
“Efectivamente, parece estar relacionado con extraterrestres”, afirma Zukowski.
Ahora los vaqueros del rancho van armados en el trabajo y siempre lo hacen acompañados de al menos un compañero, y la OCA ofrece 1.000 dólares de recompensa, y el rancho otros 25.000, por información que lleve a descubrir quiénes fueron los autores de la muerte de los animales, sea de la naturaleza que sea.
EFE