Los presidentes de México y Estados Unidos acordaron tomar medidas inmediatas para “congelar” el flujo ilegal de armas al país latinoamericano, tras los recientes hechos violentos en la norteña ciudad Culiacán, informó el sábado el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
A través de una llamada telefónica, el mandatario Andrés Manuel López Obrador y su homólogo Donald Trump convinieron que funcionarios de los dos países se reúnan la próxima semana para discutir las medidas a tomar a través de la frontera común, agregó el funcionario.
“Es una llamada muy positiva en favor de México, da cuenta de una muy buena relación y nos va a permitir, quizá, por primera vez en muchos años, efectivamente controlar ese tráfico hacia México de armas”, dijo Ebrard a periodistas.
El secretario de Relaciones Exteriores de México añadió que la tecnología disponible, que incluye detectores de metales y sensores químicos, era considerablemente menos invasiva que hace algunos años.
La llamada telefónica entre los presidentes se produjo a raíz del intento fallido de las autoridades mexicanas de arrestar a uno de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, lo que provocó una ola de violencia que paralizó a la norteña ciudad Culiacán.
El caos en la ciudad, el principal bastión del Cártel de Sinaloa, elevó la presión sobre López Obrador, quien asumió el cargo en diciembre prometiendo pacificar a un país cansado de más de una década de asesinatos relacionados con la guerra entre bandas del crimen organizado por el control del territorio.
Reuters