La balacera se produjo el sábado, a eso de las nueve de la mañana, y fue motivo de alarma para numerosas personas que en ese momento transitaban por el puente que comunica a Ureña con el sector El Escobal.
Por Armando Hernández / lanacionweb.com
Autoridades policiales trabajan en la identificación oficial de las dos personas que el pasado sábado, en horas de la mañana, perdieron la vida en una cerrada balacera ocurrida a la altura del puente internacional Francisco de Paula Santander, de Ureña, y cuyo levantamiento se convirtió en grave problema, por no existir seguridad si el lugar donde se encontraban los cuerpos correspondía a territorio venezolano o colombiano.
La balacera, que se produjo a eso de las nueve de la mañana, fue motivo de alarma para numerosas personas que en ese momento transitaban por el puente que comunica a Ureña con el sector El Escobal, en Colombia, quienes, asustadas por las detonaciones, corrieron hacia el lado venezolano en busca de protección.
De hecho, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, destacados en el lugar, se vieron obligados a permanecer en alerta máxima y suspender por algunos minutos el tránsito de personas por el puente internacional, por razones de seguridad y resguardo de su
integridad física, según se comentó.
En el lugar fueron encontrados los cadáveres de dos hombres, con impactos de bala, que no fueron levantados por las autoridades sino horas después, pues se presentó una situación de ubicación territorial que sembró dudas sobre cuál era el país donde se
encontraban. La policía colombiana aseguraba que los dos fallecidos se encontraban en territorio venezolano, en tanto que de la otra parte se aseguraba que las coordenadas colocaban a los cuerpos en el lado colombiano, por lo que correspondía a sus
autoridades el levantamiento.
Esta situación se ha presentado con anterioridad, en no pocas ocasiones, y transcurridas algunas horas se hace la diligencia por la policía de alguno de los dos países, invocando razones de tipo humanitario.
Ante la ausencia de la versión oficial, se comentaba que los hombres fueron ultimados por un grupo de ocho sujetos, aproximadamente, fuertemente armados, quienes se presentaron sorpresivamente en el lugar y sin mediar palabra comenzaron a disparar.
También se comentó que los fallecidos eran personas que se ganaban la vida trabajando en las trochas y, al parecer, un problema entre miembros de supuestos grupos irregulares les
costó la vida.