Angela Kelly, diseñadora y ayudante personal de Isabel II, ha revelado el entusiasmo que mostró la soberana cuando el cineasta Danny Boyle le propuso participar en la secuencia con el agente OO7 para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.
Así se desprende de un extracto divulgado este lunes por medios locales del libro escrito por Kelly sobre su relación con la monarca, titulado “The Other Side of The Coin: the Queen, The Dresser and the Wardrobe”, que sale esta semana al mercado.
Según desvela su autora, una de las más estrechas ayudantes de la reina y su estilista desde hace 25 años, le llevó apenas “cinco minutos”, en 2011, persuadir a Isabel II para que aceptara la petición de Boyle.
“Tras escuchar el plan de Danny (Boyle), le pedí a él y a Edward (Young, secretario privado de Isabel II), que me dieran cinco minutos para poder preguntar a la reina”, indicó.
Kelly recuerda “la cara de shock en el rostro de Danny al ver que le preguntaría inmediatamente”, pero consideró que no tenía “sentido esperar con estos temas: si dice que no, se zanja el asunto”.
Indicó que a Isabel II le “divirtió” la posibilidad de participar en el proyecto y apenas puso una sola condición: poder decir algo en la película del conocido espía británico.
“Corrí a la planta de arriba y por suerte, la reina estaba libre. Le divirtió la idea y enseguida dijo que sí. Le pregunté si querría una parte en la que tuviera que hablar. Sin dudarlo, respondió: por supuesto que tengo que decir algo. Después de todo, (Bond) viene a rescatarme”, señala Kelly.
También, según cuenta la autora, Isabel II escogió tener que decir “buenas tardes, señor Bond”, en lugar de “buenas tardes, James”.
En esa secuencia, el famoso agente (interpretado por el actor británico Daniel Craig) rescata aparentemente a la monarca del Palacio de Buckingham y ambos aparecen, tras tirarse de un paracaídas, en el Estadio Olímpico (donde un actor interpreta a la soberana).
Kelly señaló que al regresar a la oficina del secretario privado de Isabel II a confirmarles que la monarca contribuiría a la secuencia, Boyle “casi se cae de la silla” cuando le dijo que “la única condición era que tendría que decir esa icónica frase”.
La diseñadora británica, de 61 años, creó dos atuendos idénticos para el proyecto, uno para la reina, y otro para el “doble”, el actor Gary Connery, con el que este se tiró en paracaídas en el Estadio Olímpico.
EFE