En otrora los excluidos, los pobres… y hasta que no atendamos el problema social, parafraseando a Bunge, tendremos el político. Latinoamérica produjo cambios diametralmente opuestos este año, unos dicen que hacia la izquierda, otros que se impone la derecha, otros hacia la ¿conflictividad e inestabilidad? Adentrándonos en el análisis considero que esos cambios son cosméticos, de partidos y de actores políticos, pero no del Sistema. El problema de fondo es una sociedad desatendida, sumergida en la indiferencia, de todo lo que es política.
Por Carlota Salazar Calderón
El ciudadano siente que cada día se le dificulta más conseguir las cosas, salud, educación, vejez tranquila… que con su esfuerzo académico y profesional no logra mejorar su calidad de vida, mientras la dirigencia política, en líneas generales, exhiben groseramente su riqueza, sin que la gente vea mérito en ello. El desprecio hacia lo político y los políticos, a quienes tildan de, ignorantes, corruptos, ambiciosos…, calificativos que no comparto, es la opinión generalizada del ciudadano común y corriente.
Para este análisis me apoyo en la encuesta Latinobarómetro 2018, que reflejó que desde hace ocho años se siente que se ha retrocedido, lo cual se mide por el malestar generalizado, percepción que no se había tenido durante los 23 años de sus mediciones. Refleja el informe que los problemas de mayor relevancia son las penurias económicas y la delincuencia, quedando la política y la corrupción en un segundo plano. Con lo cual el informe alerta que “… desde 2010 aumentan de manera sistemática aquellos ciudadanos que se declaran “indiferentes” al tipo de régimen aumentando de 16% en 2010 a 28% en 2018.
El alejamiento de la política hace que la gente no identifique entre izquierda – derecha, para “…refugiarse en su individualismo… rechazan lo establecido y rompen los esquemas… Son ciudadanos más bien desencantados y frustrados. Este contingente de desafectados de los gobiernos, las ideologías y la democracia son la fuente mayor en el surgimiento de populismos en la región, no son una novedad y hace años que se observa su crecimiento…”.
En paralelo hay otro fenómeno que es el de la polarización, de donde surge el concepto de la “democracia politizada”, ya que en países como Venezuela y Nicaragua, quienes apoyan la democracia están en la oposición y viceversa “… Es una democracia fracturada por la división política interna…”, aunado a ello un alto grado de desideologización, al igual que el resto de la región, de las preferencias políticas que es propicio para el surgimiento de populismos y autoritarismos, dice el informe.
Con lo cual quiero significar que más que irse por las ramas en derecha e izquierda, en una pelea estéril de quien es más corrupto, mentiroso…desprestigiando aún más la política, que de lo suyo esta. En el hoy y en el ahora, debemos combatir la indiferencia recobrar al ciudadano para que sea vigilante de la democracia en sus valores y de lo que es de todos. Ese es el trabajo político.
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