Las familias de dos periodistas de Radio France Internationale (RFI) secuestrados y asesinados en noviembre de 2013 en Malí denunciaron el jueves en la ONU el silencio de las autoridades francesas sobre las circunstancias de estas muertes, acusándolas de mentir y de trato inhumano.
Ghislaine Dupont, de 57 años, y Claude Verlon, de 55, fueron secuestrados y luego asesinados cerca de Kidal, pocos meses después de que la operación francesa Serval intentara repeler a los yihadistas que amenazaban con tomar Bamako.
“No puedo dejarme llevar por mi agonía después seis años”, dijo la madre de Ghislaine, Marie-Solange Poinsot, de 90 años, en la inauguración de una exposición de dibujos organizada por la UNESCO en la sede de la ONU, para luchar contra la impunidad tras la muerte de los periodistas.
Mientras que una investigación de RFI cuestionó en julio la versión oficial de una toma de rehenes fallida por un grupo yihadista, revelando que las fuerzas especiales francesas estaban persiguiendo a los secuestradores durante los eventos, Poinsot está convencida de que “el ejército tiene la verdad”.
“Nos enteramos de cosas que nunca nos habían dicho”, dijo, y señaló que el Ministro de Relaciones Exteriores y exministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, “no tenían mucha humanidad” hacia ella.
Del lado de los militares, es un silencio “total” mientras el expresidente Francois Hollande había enfatizado que las autoridades “no tenían nada que ocultar”, continuó la madre de Ghislaine. “Siento casi odio, porque somos nosotros quienes los confiamos el poder a estas personas”.
“Nos están mintiendo, nos prometieron decirnos la verdad, pero hoy no sabemos nada”, dijo Marie-Pierre Ritleng, hermana de Claude Verlon.
La relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, Agnès Callamard, dijo que esta “debería ser la lucha del gobierno en lugar de apartarse”.
AFP