La compañía tecnológica Google anunció este viernes la compra de Fitbit, uno de los líderes mundiales de los objetos conectados especializados en el fitness, una adquisición que podría reabrir el debate sobre la protección de los datos personales.
El número uno de los motores de búsqueda pagará 2.100 millones de dólares en la operación, que se cerrará en 2020, según Google.
La jugada de Google se da en un momento en el que busca expandir sus negocios más allá de su exitoso buscador de internet, y mientras Fitbit atraviesa dificultades para imponerse a competidores como Apple.
“Hemos construido una marca confiable que da servicio a más de 28 millones de usuarios activos en todo el mundo, que confían en nuestros productos para tener una vida más sana y activa”, dijo el cofundador y director ejecutivo de Fitbit, James Park, en un comunicado conjunto que anuncia el pacto.
“Google es un socio ideal para avanzar en nuestra misión. Gracias a los recursos de Google y a su plataforma mundial, Fitbit podrá acelerar la innovación en el sector de los objetos conectados”, agregó.
Las pulseras de Fitbit son omnipresentes en Estados Unidos, donde millones de personas las usan para calcular el número de pasos que dan cada día.
La marca estuvo entre las primeras en extender el uso de las pulseras de fitness, pero ha perdido terreno en los últimos años a manos de rivales.
La compañía china Xiaomi lidera el mercado de los objetos conectados por delante de Apple, Huawei y Fitbit, según una investigación del gabinete IDC en el segundo trimestre de 2019.
El mercado más específico de los relojes conectados está dominado por Apple, que vende su Apple Watch desde 2015. La marca de la manzana lanzó en septiembre la quinta generación de ese producto.
Fitbit, que estrenó su primer “smartwatch” en 2017, no ha logrado imponerse frente a Apple en ese sector.
Según la consultora Strategy Analytics, Apple tenía la mitad de cuotas de mercado de esa industria a finales de 2018, lejos por delante de Fitbit (12,2%) y Samsung (11,8%).
Google no desarrolló ningún modelo propio de reloj inteligente hasta el momento, pero sí ofrecía su sistema de explotación Wear OS a otras empresas.
El grupo precisó que Fitbit seguiría usando el sistema de explotación iOS de Apple, además del de Google.
– Protección de datos –
El gigante californiano ha querido tranquilizar a los demás sobre el espinoso asunto de la protección de datos, en un momento en que varios grupos tecnológicos son objeto de críticas por esa cuestión.
“Seremos transparentes sobre los datos que recolectamos y sobre los motivos por los que lo hacemos”, afirmó Rick Osterloh, responsable del desarrollo de productos de Google.
“Los datos de salud y bienestar de Fitbit jamás se usarán para las publicidades de Google. Y les daremos a los usuarios de Fitbit la posibilidad de verificar, desplazar o suprimir los datos”, indicó.
En Wall Street, el mercado recibió con entusiasmo la noticia de la compra de Fitbit, cuya acción se disparaba en casi un 15% sobre las 18H30 GMT.
El precio de la acción (715 dólares) seguía siendo sin embargo inferior al invertido por Google, que pagó 7,35 dólares por acción para la compra de Fitbit.
“Al comprar Fitbit, Google adquiere clientes y datos. Creo que se trata de una buena decisión, teniendo en cuenta que Google no ha tenido éxito hasta el momento en el sector de los objetos conectados y que Apple está lejos delante con el Watch”, comentó Patrick Moorhead, de la consultora Moor Insights and Strategy.
AFP