Pocas son las imágenes que se conocen de Ismael “El Mayo” Zambada. El capo mexicano y líder del Cártel de Sinaloa siempre evitó la cámara. No habla como mafioso, ni se comporta como tal. Tampoco conduce autos de alta gama, ni viste ropa de marca.
En una de las únicas fotografías que se conocen de “El Mayo” aparece como un hombre de bajo perfil: con ropa sencilla, una camiseta en color gris y una gorra color negro.
Además del “jefe de Jefes”, nadie ha encarnado tanto en el perfil “invisible” los narcos como su compadre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien su imagen de complexión robusta, bajita de estatura y bigotona, la complementaba con una gorra.
Incluso, en diferentes fotos “El Chapo” aparece con uno de estos accesorios. Basta con recordarlo en su primera detención en el penal de Puente Grande (1993), que se le vio con una gorra en color beige. O en su controvertida entrevista en 2016, para la publicación Rolling Stone, en la que también vestía una icónica camisa azul, que después sería tendencia.
Las gorras han sido una de las herencias a los primógenitos del capo mexicano. En su último informe, el gabinete de Seguridad Nacional dio a conocer el video de la captura de Ovidio Guzmán, hijo pequeño del Chapo.
En la grabación se observa a Ovidio con una gorra color negro, similar a la que llevaba su padre la mayoría de las ocasiones.
El actual líder del Cártel de Sinaloa también llamó la atención por sus amuletos. Uno de los colguijes era el escapulario bordado con la imagen del Santo Niño de Atocha.
Tanto en la devoción popular, como en la “narcocultura”, a este santo se le involucra como intercesor de las personas en reclusión.
En sus orígenes españoles, allá por el siglo XIII, la leyenda cuenta que la imagen conocida como Nuestra Señora de Atocha cargaba un niño Jesús, el cual desaparecía en las noches para llevar alimentos a los cristianos prisioneros por los musulmanes del al-Ándalus.
En México, la tradición cuenta que el culto se instauró en el país en el siglo XVIII, concretamente en la población de Plateros en Frenesillo, Zacatecas, donde el Santo Niño de Atocha cobró popularidad entre otras cosas, como intercesor de las personas en reclusión.
Impone moda de narco
En medios de comunicación y redes sociales circuló una fotografía de Ovidio Guzmán, hijo del “Chapo” Guzmán y ex líder del Cartel de Sinaloa, en donde se le ve recargado en una pared, con la barbilla en alto y el cabello desaliñado. Usa una camisa azul con puntos y un collar del Santo Niño de Atocha.
Su atuendo llamó la atención de los internautas quienes de inmediato investigaron a qué tienda pertenecía la prenda. El furor se desató cuando un usuario de Twitter mostró que la marca Cuidado con el Perro vendía una camisa muy similar a la que porta el presunto narcotraficante en la imagen.
Destacó porque su precio ronda los USD 13 (248 pesos). De inmediato en redes sociales comenzaron a difundirse memes y hablar de los gustos en ropa de Ovidio. No parecía congruente que el hijo de quien una vez fuera parte de la lista de los hombres más ricos del mundo, según Forbes, usara vestimenta tan económica.
Sin embargo, a pesar de la similitud de la camisa, este no es su origen real. En la fotografía tomada a Ovidio Guzmán se puede notar que en un extremo inferior de la camisa hay un pequeño cuadrado azul marino que resalta entre el patrón. Esta seña es característica de la ropa de la diseñadora Purificación García.
Los botones de la camisa que porta el presunto narcotraficante, también son distintos a los de la prenda económica que había sido señalada. Son blancos con una cruz de hilo negro en el centro. La camisa de Cuidado con el Perro los tiene totalmente blancos.
Sin embargo, esta prenda en específico tampoco está disponible en la tienda en línea de la diseñadora ni en Palacio de Hierro, comercio departamental en donde venden los productos. Pero el resto de ropa similar tiene precios que van desde los 2.000 a los 3.000 pesos.
En 2016, cuando salió a la luz una foto del actor Sean Penn dándole la mano a Joaquín, “El Chapo Guzman”, uno de los puntos de interés fue la ropa del capo. Usaba una camisa brillante de franjas grises y azules.
No se logró identificar el origen de la camisa, pero un negocio de Estados Unidos llamado Barabas Men, aprovechó el interés de las personas en el estilo y lanzó una línea de ropa inspirada en el narcotraficante.