Nueve presuntos miembros del grupo Estado Islámico (EI), detenidos en Turquía, deberían ser deportados de aquí al viernes a Alemania sin ser detenidos, al no ser objeto de órdenes de captura, indicaron el miércoles fuentes de seguridad.
lapatilla.com
Se trata de un iraquí-alemán y de seis miembros de su familia, originarios de Baja Sajonia, así como de dos esposas de combatientes del grupo Estado Islámico, precisaron las fuentes.
Estas personas deberían ser expulsadas de Turquía y regresar a Alemania el jueves o el viernes. El jefe de la familia de siete personas, conocido por los servicios alemanes por su pertenencia al salafismo, es sospechoso de haber intentado llegar a Siria en la primavera de 2019.
Todos fueron detenidos en Turquía y desde entonces permanecen en la prisión de Izmir.
Sin embargo, para las autoridades alemanas no hay pruebas de que él o su familia sean miembros del EI.
Las dos mujeres, a priori expulsadas el viernes, estaban detenidas en un campo de prisioneros sirio, del que se habían escapado antes de ser interpeladas por las autoridades turcas. Ambas mujeres deberían ser interrogadas a su llegada y vigiladas, pero esos dispositivos son costosos.
A su vez, otras dos mujeres deberían ser expulsadas por Turquía en las próximas semanas, según estas mismas fuentes, que aseguran que también en estos dos casos se está llevando a cabo una investigación, sin emitir una orden de detención.
Estos retornos de presuntos miembros del EI alarman tanto a los partidos en el poder como a los de la oposición, que acusan al gobierno de Angela Merkel de no estar preparados para estos regresos.
Las expulsiones de yihadistas por parte de Turquía se producen tras la ofensiva de Ankara en el noreste de Siria, muy criticada por occidente por haber atacado a las fuerzas kurdas aliadas de la coalición internacional en la lucha contra los yihadistas.
Con información de AFP