Las declaraciones del almirante al frente del Comando Sur, Craig S. Faller, sobre el tráfico de drogas a través de Venezuela, que asegura se ha duplicado y es una amenaza para la seguridad de la región, no cayeron por sorpresa.
Para el magistrado Alejandro Rebolledo las declaraciones de Faller son una ratificación más de una década de denuncias sobre el nivel de participación de Venezuela en el tráfico internacional de estupefacientes.
Según explicó Rebolledo “Venezuela es un territorio seguro para el narcotráfico donde el Ministro para Industrias y Producción, Tareck el Aisammi es uno de los 10 hombres más buscados por narcotráfico a nivel mundial y la familia presidencial es parte del negocio”.
Igualmente, explicó Rebolledo, la estructura militar venezolana está comprometida directamente con este delito “y tristemente son ellos justamente quienes deberían estár persiguiendolo”.
A juicio del magistrado, la “ceguera voluntaria del régimen de Venezuela y su complicidad con los carteles de la droga mundial ampliaron la factibilidad del negocio, multiplicando sus capacidades y mercados”.
Igualmente explica Rebolledo, desde Venezuela “coordinan y extienden sus redes criminales hacia Estados Unidos y Europa, logrando además lavar los dineros producto del narcotráfico con sus banqueros y profesionales del lavado de dinero adquiriendo bienes raices, obras de arte, vehículos de lujo etc”.
“Mayoritariamente el negocio de la droga se mueve en efectivo y es el dinero en efectivo de uso cotidiano en Venezuela. Así evitan el rastreo de operaciones y logran, en buena medida, baipasear las sanciones”.