El presidente peruano, Martín Vizcarra, dijo el viernes que Lima restablecerá relaciones con Bolivia cuando se solucione la crisis política y social desatada tras las polémicas elecciones y la renuncia de Evo Morales a la presidencia.
“Cuando supere esta etapa, que yo espero que sea pronto, nosotros restableceremos nuevamente, como hemos tenido siempre, una relación muy cordial y estrecha con Bolivia en beneficio de la población”, dijo Vizcarra al borde del lago Titicaca, en la frontera peruano-boliviana.
Las relaciones entre Lima y La Paz no se interrumpieron pese a la crisis y a la llegada de nuevas autoridades al Palacio Quemado.
Vizcarra abogó por una pronta solución pacífica a la crisis, que se agudizó desde el domingo cuando renunció el presidente Evo Morales y lo reemplazó de forma interina la senadora derechista Jeanine Áñez.
“Quisiéramos que pronto se normalice la situación en el hermano país de Bolivia, que logre estabilizarse cumpliendo las leyes y la Constitución de Bolivia”, añadió en tácita alusión a la inmediata convocatoria de elecciones tras la anulación por irregularidades de los comicios del 20 de octubre.
Perú había exhortado el domingo a las nuevas autoridades bolivianas “a que el proceso de transición se desarrolle en el marco de la Constitución y leyes bolivianas”.
Vizcarra recordó que Perú siempre tuvo una relación estrecha y cordial, “incluso de amistad con el presidente Evo Morales”.
El mandatario recordó que la última vez que se reunió con Morales fue en septiembre.
“Estoy seguro que una vez que se estabilice la situación política y social de Bolivia vamos a restablecer las relaciones y los convenios (bilaterales)”, reiteró.
Evo Morales, el primer mandatario indígena de Bolivia, que llegó al poder en 2006, renunció tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas al cabo de tres semanas de protestas por su cuestionada reelección en los comicios del 20 de octubre, plagados de irregularidades según una misión de auditoría de la OEA.
Morales viajó a México en calidad de asilado el martes, luego de un largo trayecto lleno de peripecias que involucró a Paraguay, Brasil y Perú.
El papel de Perú en ese viaje resultó confuso porque autorizó que el avión mexicano que recogería a Morales en Bolivia haga escala en Lima para recargar combustible, pero a la vuelta no le permitió hacerlo, según la cancillería mexicana.
Mientras tanto, en Bolivia, las protestas han dejado un saldo de 10 muertos, según cifras oficiales.
AFP