La policía y las fuerzas militares de Bolivia movilizaron vehículos blindados y helicópteros el martes para desbloquear el acceso a una importante planta de gas en la ciudad de El Alto, en una muestra de fuerza después de que cercos a las instalaciones interrumpieron el suministro de combustible a La Paz.
Helicópteros sobrevolaron carreteras alrededor de la planta de gas Senkata, operada por la estatal YPFB, que fueron bloqueados con pilas de neumáticos en llamas, según un testigo de Reuters. Los manifestantes exigen el regreso del líder izquierdista no derrocado Evo Morales.
Morales renunció el 10 de noviembre en medio de manifestaciones antigubernamentales y la creciente presión por acusaciones de fraude electoral, después de que una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) encontró serias irregularidades en los comicios del 20 de octubre.
Pero los partidarios de Morales han aumentado las protestas, pidiendo que la presidenta provisional, Jeanine Anez, renuncie y que Morales regrese.
El defensor del pueblo de derechos humanos del país sudamericano dijo que tres personas murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad alrededor de Senkata, mientras que el Ejército dijo en un comunicado que había llevado a cabo una operación “pacífica” después de intentar negociaciones y diálogo.
La creciente violencia en el país sudamericano ha dejado más de 20 personas fallecidas en enfrentamientos callejeros.
SUSPENSIÓN LEGISLATIVA
La Asamblea Legislativa de Bolivia, donde legisladores leales al expresidente Evo Morales tienen mayoría, dijo que suspendió la sesión prevista para la tarde del martes en la que se iba tratar el llamado a nuevas elecciones y la renuncia de Morales, para evitar una escalada de las tensiones en el país.
Morales, quien se encuentra asilado en México, dijo que fue presionado a renunciar por las Fuerzas Armadas en un golpe de Estado.
“La décima tercera sesión ordinaria de la Asamblea (…) será suspendida a efectos de crear y contribuir a la generación de un ambiente propicio para el diálogo y la consiguiente pacificación del país”, señaló un comunicado de la presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
La nueva jefa del Senado y legisladora del MAS, Mónica Eva Copa Murga, dijo a periodistas que la asamblea prepararía una legislación para anular las elecciones del 20 de octubre y avanzar hacia nuevos comicios lo antes posible. Las dos cámaras del Congreso se reunirán por separado el miércoles.
La expectativa inicial era que, si sesionaba, la Asamblea podía rechazar la renuncia de Morales, profundizando el caos con la virtual convivencia de dos presidentes en Bolivia
Tras la partida de Morales, la senadora Jeanine Añez juró como presidenta interina de Bolivia, en una sesión legislativa sin quórum debido a la ausencia de legisladores del MAS.
Morales, que gobernó a Bolivia durante 13 años consecutivos y es el primer mandatario de origen indígena, sugirió desde México que podría volver a su país, aunque reiteró que no participaría en las nuevas elecciones que el Gobierno de Añez está buscando fechar.
Partidarios de Morales han intensificado las protestas contra Añez, a quien piden que renuncie para que vuelva Morales. La semana pasada nueve productores cocaleros murieron en enfrentamientos con fuerzas de seguridad.
Juan Carlos Huarachi, jefe del poderoso sindicato del Centro de Trabajadores de Bolivia y una vez un incondicional partidario de Morales, pidió a los legisladores que encuentren una solución. “Nuestra única prioridad es traer la paz al país”, dijo a periodistas.
Por su parte, Jorge Quiroga, ex presidente y crítico de Morales, dijo que el exlíder quería ver “arder” Bolivia, haciéndose eco de otros detractores que dicen que ha continuado avivando los disturbios desde México, lo que Morales niega.
En tanto, en La Paz -la sede de gobierno de Bolivia– la población está sufriendo la escasez de combustible y de alimentos, debido a los bloqueos de rutas que partidarios de Morales mantienen para desabastecer la urbe altiplánica.
Reuters